Las recientes elecciones, ponen a los movimientos regionales y locales en situación de ganadores, no tanto, de los llamados, partidos tradicionales o recientes. Hoy, ad portas, de elecciones presidenciales y congresales, nuevamente, salen opiniones sobre, ubicaciones, ideologías, pretensiones, alianzas, cercanías y lejanías, con quien sí y con quien no, o, pretender ser, simplemente pragmáticos.
Las denominaciones de izquierda y derecha vienen de vieja data en la política, lo de centro es más reciente, muy acomodada a las circunstancias presentadas por los extremos, que fueron ocupadas por la ultra derecha y la ultra izquierda. El tiempo fue dando muestras de renovación de nuevos conceptos en la política, llevados de la mano por una nueva forma de pensar, tratar y manejar, todo visto desde nuevos teóricos, nuevos políticos y, obviamente, el marketing político; en todo esto, expresiones como; no digas eso, no te conviene decir que eres tal o cual, hay que ser pragmáticos, acomoda el discurso a las necesidades y penurias y te ganarás a sectores populares; genera un discurso pro activo, emprendedor y tendrás a los empresarios, sean micros o medianos, porque los grandes, están en otro rollo; ve lo que está de moda y acomódate a esa imagen, critica y ofrece todo lo que quieras, etcétera; le juega mal, en fin; la creatividad e imaginario, no tiene límites a la hora de querer estar y pertenecer a la clase política, para ello el ropaje lo encontramos para alquilar, prestar o comprar, en muchas y variadas tiendas.
La política, como ciencia y arte, no siempre es bien tratada y contrariamente, la llevan a situaciones de muy mal manejo en el discurso y la acción; el pretender soldar conceptos, en la idea de que se queden por los siglos de los siglos, amen; no va, estos, tienen que ser dinámicos y dialécticos, y algunas veces, las denominaciones pueden tener la intención de ajustar acomodos. En ese sentido, nuestra historia presenta buenos referentes respecto de algunos que se quedaron y otros que siguieron; Manuel Gonzales Prada les señaló la ruta, a pensadores como, José de la Riva Agüero, Víctor Andrés Belaúnde, Víctor Raúl Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui, ellos plantearon ideologías que aterrizaron en partidos políticos, que por sus discursos y acciones tuvieron el sello de derecha o izquierda. Para el caso, Haya de la Torre, planteó su opera prima, el Antiimperialismo y el Apra, luego acomodó conceptos con, Treinta años de aprismo, Velasco Alvarado, le consumió programa y tuvieron luego que conformar la Comisión nacional de plan de gobierno, que significó, ajustarse a las circunstancias. El ejercicio de gobierno del 85 al 90, como acción, supuso otra cosa. Hoy el Apra tiene otro discurso y acción, no hay novedad; son consecuentes con el escenario, y las circunstancias. Uso el caso del Apra, como reflexión, otras tiendas, con otros ropajes, asumieron conductas de quedarse, avanzar o acomodarse.
Izquierda, derecha y centro; tienen un reconocimiento histórico, categorías como las clases sociales, tan duras y rígidas en su denominación de, alto, medio y bajo, se abren a conceptos más específicos como, segmentos, estratos y grupos; así mismo los partidos políticos van encontrando otra fuente y propuesta en los movimientos regionales y locales como, esencia o masa electoral. Finalmente, usar conceptos de conservar, mejorar o cambiar, tienen en sí otro referente, ser liberal, reformista, o revolucionario, esto es cuestión de conceptos, verbo o acción. La mejora y reforma, va en el pico de la opc
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