jueves, 20 de enero de 2011

AREQUIPA, DESTINO TURISTICO

El turismo es una actividad económica reciente en nuestro país,  su construcción, proceso y dinámica le marcan una prioridad y posicionamiento, en estrategias  y agendas, tanto de gestión pública como de emprendimientos privados. El  sur del Perú  se precia de ser un escenario turístico muy bien dotado de recursos, atractivos y destinos,  y  nuestra región, poco a poco va generando su propia expectativa. Arequipa: destino turístico, pasa por una evaluación y jerarquización,  análisis de competencia y posicionamiento, esa posibilidad debe de ser priorizada en  la agenda para el desarrollo.
Perú, el país de los Incas; instituciones  públicas y privadas encargadas del área de promoción, así lo  propusieron  y así lo han vendido.  En  esa lógica, Cusco  y  Machu Picchu  son su mejor expresión y todo  lo que tenga  esa relación  cumple  el propósito;  agregando, que somos una cultura que todavía no ha sido mostrada al mundo en otras dimensiones. El tiempo, en la óptica turística, empezó a demostrar que no podíamos quedarnos  con un solo producto  y había que diversificar nuestra  oferta y esa estrategia comenzó a dar frutos paulatinamente. Hoy ofrecemos a un Perú diverso que se expresa en varios  tipos de turismo  y que responde a variados segmentos de consumo.
En el escenario nuestro, importa  saber cuál es la situación de Arequipa  en este proceso; nuestro primer referente fue  el Monasterio de Santa Catalina, visto  y admirado a partir de los años setenta, luego el  proyecto Majes, nos permitió descubrir para el turismo,  al  cañón del  Colca,  gracias  también a unos polacos que hicieron canotaje y  divulgaron su presencia al exterior, ese fue su buen inicio. El tema empezó  a sonar  y  nos  dimos  cuenta que teníamos otro  cañón,  más profundo que el Colca y estaba en Cotahuasi, no satisfechos con estos descubrimientos  y  siguiendo con una lectura geológica, aparece el valle de los volcanes, otra curiosidad volcánica.  Indudablemente  que hay otros  recursos y  atractivos,  pero  para  el caso nos quedamos con los señalados.
A cada atractivo se le pegó  una  idea fuerza;  para el cañón del Colca  fue el cóndor, al  Monasterio de Santa Catalina, Arequipa  religiosa y mística, a Cotahuasi, más profundo que el Colca, siendo este reconocido luego  como el más profundo del mundo;  el  valle de  los Volcanes  como una  expresión geomorfológica inédita; en fin, a cada atractivo se le pretendió  vender diferente. Pero, los que venían al Perú,  buscaban  lo Inca, expresado en cultura,  arqueología, historia,  etc.  Para el caso,  Arequipa  presentaba inicialmente,  una ciudad y un  producto de origen hispano, luego incorpora al Cañón con una lectura geológica,  más el cóndor como presunto símbolo  y seguimos con más evidencias  geológicas. No está mal, pero el tema era que no vendíamos  Arequipa   como hubiera sido preferible,   sino, ciframos expectativas  de los  revotes del Cusco y Puno,  que  precisamente no  venían por lo mencionado.
Viendo el tema hoy, y en la pretensión de  darle importancia en la  agenda  para  el desarrollo,   es  que  debemos  de  reconfigurar  nuestra estrategia  para   Arequipa,   como destino turístico.  Arequipa  es una cultura viva de 8 mil años;  en donde  su  geografía, geología, flora, fauna, están  ligadas  a la agricultura, ganadería,  pesca y  minería; de otro lado,  sus expresiones culturales  van con su música, danza,  vestir,  festividades  y calendarios, culinaria y gastronomía, expresiones artísticas,  y hablar propio.  Aquí, encontramos procesos que vienen de lo  pre inca, inca, colonia y república, formas  autenticas  y fusiones más pegadas a lo nuestro que lo incorporado. A estas expresiones de recursos y atractivos debemos de sumarle, infraestructura, equipamiento, soporte logístico, formación y personal capacitado  para  servicios turísticos;  dejo al último  como  agregado, que somos  además, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La estrategia para la agenda tiene que estar con arreglo a conceptos, el valle del Colca es un concepto que debe incorporar: cañón, geología, flora, fauna, paisajes, habitantes, actividades, costumbres, o sea, cultura viva.  Cañón de  Cotahuasi  incorpora: valle de Majes, petroglifos de Toro Muerto, valle de los Volcanes y  puestas  en valor en todo el recorrido. Santuario  de Mejía incorpora: Mollendo, valle de tambo,  playas, costanera a Ilo y costanera a Quilca, islas loberas y caletas. Arequipa incorpora: patrimonio, eventos, gastronomía.  Región Arequipa incorpora para un escenario sur peruano: negocios, comercio,  plataforma de servicios y formación, capital  económica del  sur.
Finalmente, desde la óptica de los segmentos,  en turismo se puede construir  estrategias sostenibles.  Turismo histórico, cultural, eventos especiales, patrimonio  cultural  y natural, ecoturismo, aventura, vivencial, etc. Turistas extranjeros y nacionales, masivos para algunos destinos y selectivos para otros. La economía del turismo es una buena generadora de empleo diverso; nuestra oferta de recursos y atractivos es más de lo que presumimos;  la  infraestructura, equipamiento  y capacidades está en proceso de mejoramiento a estándares internacionales. En fin, La estrategia va por ofertarnos a demandantes  segmentados,  que por hoy, son pocos todavía.
La Marca Turística de Arequipa tiene que ver con la Ciudad de los Eventos, la Mejor Gastronomía Regional del Perú,  la Capital  de la Acuarela del Perú y  por  tener también, el Día de la Región Arequipa, que nos ha de  propiciar el  encuentro de  todas  las provincias con todas sus expresiones en la capital de la Región. Parafraseando a Vallejo, lo mucho por hacer, hay que acordarlo bien, para hacerlo bien.

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