jueves, 20 de enero de 2011

UNA VISION DE DESARROLLO

Estamos próximos al inicio de una nueva configuración del mapa económico-productivo del sur del Perú, y este se va  ir generando por  la sumatoria de una serie de elementos que definitivamente le van a marcar un derrotero;  en  este escenario,  Arequipa es importante, lo cual obliga a   tener una visión de desarrollo  clara que fije su posicionamiento;  se plantea para el caso,  un enfoque  de gestión, que obviamente debe de  expresarse  en  infraestructura, equipamiento y capacidades.
Se necesita trabajar con un criterio diferenciador, respecto de las fuentes de financiamiento, nos referimos a,  fondos del tesoro, fondos del canon y aportes  voluntarios; estas tres fuentes no tienen  el mismo soporte sostenible, no siempre han estado las dos últimas y sus montos varían y distorsionan ejecuciones presupuestales. También hay que diferenciar los proyectos de diversa índole respecto de   los que son para,  promoción,  crecimiento o  desarrollo.
El mejoramiento de las coberturas tiene que tener la claridad de las prioridades, allí los distritos tienen  la prioridad, las provincias con distritos la segunda prioridad y la  Región,  la tercera prioridad. También importa establecer los límites y alcances de las coberturas para procurar mejor manejo y eficiencia en el costo operativo.  Finalmente,  la lucha contra la pobreza,  debe de concordar prioridades sobre la base de la estrategia de la MCLCP de Arequipa.
Los roles, funciones, competencias y sinergias deben de tener una clara definición,  y el alcance va a todas  las instancias; el gobierno central debe de tener el perfil de inversiones, estabilidad y capacidad; el gobierno regional, ser un promotor de inversiones además de tener una gerencia social con visión del desarrollo; para el gobierno local, los servicios necesarios y básicos, deben de ser su vocación, el sector empresarial privado, inversiones y desarrollo con responsabilidad social y finalmente, la sociedad civil,   ser un actor con capacidad y responsabilidad.
También es importante  afirmar la estrategia del desarrollo;  generamos expectativas so pretexto de crecer y crecer, mostrando cifras y más cifras y todo desde una perspectiva del crecimiento; pero el desarrollo requiere de condiciones previas para que lo hagan sostenible. Conceptos como conectividad, infraestructura, equipamiento, comunicaciones, capacidades, planes concertados, tecnología, etc.,  le dan y marcan fortaleza para sustentar lo sostenible. En esta lógica, la sinergia de un Estado normativo y estable, una empresa privada con inversiones y gerencia moderna, y un sector trabajo con capacidades, redondean el propósito.
La institucionalidad le juega bien  a esta estrategia; el propósito es generar  sinergias entre el gobierno regional, el sector privado y las universidades,  priorizando la investigación y tecnología para el desarrollo. La formación y capacitación,  tiene que estar acorde a  necesidades  de mercado y a estrategias  futuras respecto de líneas de prioridades del desarrollo económico. Las necesidades de gestión en producción, tecnología, servicios, finanzas, comercio  y sociedad nos deben de llevar a transformar estilos, métodos y técnicas de formación.
Una prospección que no tome en cuenta crisis estructurales y coyunturales, probablemente reduzca nuestras oportunidades para tener una visión del desarrollo clara. Nuestra pobreza extrema y solamente pobreza tiene que ver mucho con salud y educación, con una precaria agricultura y depredado mar; además, el estrés  hídrico, los embalses sociales y conflictos sectoriales, le suman negativamente a la falta de proyectos.  De que oportunidades podemos hablar; el nuevo mapa que rediseña la vía interoceánica, el modelo de una agricultura para la exportación, de cómo debemos de encontrarnos con un poderoso mercado de ida y vuelta llamado Brasil, en temas de comercio y turismo; la gestión de cuencas, una necesaria y urgente prioridad en lo inmediato, el desarrollo de plataformas logísticas, productivas, sociales y formativas.
Nuestra visión del desarrollo, tiene  que ver con el gasoducto, la petroquímica, una  agricultura moderna, hidro-energía para la exportación, una minería con valor agregado, que obviamente generará más ingresos y oportunidades, una infraestructura vial  y portuaria  con  posibilidades de buen soporte futuro, una región que se articule e integre a mercados competitivos, un escenario propicio para acoger a nuestros jóvenes en una sociedad del conocimiento y finalmente la construcción de  la  marca región y de las marcas que nos distinguirán y marcarán definitivamente.
El desarrollo  económico establece también sus prioridades, nuestra agricultura, pasa por temas de infraestructura de riego, tecnología y cartera de cultivo, agroindustria y agro exportación; la  pesca busca adecuar infraestructura de embarque y capacidades de almacenamiento; colateralmente  incrementar el consumo de pescado en nuestra dieta alimenticia; la minería obliga a la incorporación de lo informal de corte artesanal a formas controlables,  y el turismo, se presenta con buen pie desde su vocación generadora de empleo y la de nuestros recursos y atractivos turísticos que lo hacen ser un  destino turístico.

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