martes, 31 de diciembre de 2013

NAVIDAD, VIEJA COSTUMBRE, MODERNO NEGOCIO





Navidad,  es una contracción de natividad, que significa natalicio, debemos de entender que se refiere al cumpleaños de Jesucristo, que nació un 25 de diciembre.  En realidad, se acostumbraba a celebrar, no el natalicio sino la muerte; por lo tanto, según el nuevo testamento, la pascua es una conmemoración a la muerte de Cristo, pero, Cristo no nació el 25 de diciembre; la fecha exacta del nacimiento de Jesucristo es totalmente desconocida, las sagradas escrituras no revelan este acontecimiento, es más, “hoy es comúnmente aceptado, entre historiadores y estudiosos, que el año del nacimiento de Jesucristo no fue calculado correctamente en su momento. Se habla de un error cometido por el monje Dionisio el Exiguo (siglos V-VI), a quien Roma encargó proseguir la compilación de la tabla cronológica de la fecha de Pascua preparada en tiempos del obispo Cirilo de Alejandría…”
La navidad viene de una costumbre Babilónica, pero, lo dejo ahí y paso a referirme a un joven llamado Nicolás, que vivió el  siglo IV en Turquía, dicho joven  heredó un fortuna y la repartió, fue muy generoso con los obsequios y tiene toda una historia referida a sus regalos; Nicolás, tratando no ser descubierto en sus benevolencias, solía entrar por la ventana para  que nadie se dé cuenta y dejar sus regalos en sitios fácilmente vistos. Nicolás se hizo sacerdote, luego obispo y término siendo santo, San Nicolás; podemos decir que los regalos de la navidad tienen ese origen y obviamente, también la presentación y entrega de los mismos.
La navidad, esta vieja costumbre, que tiene que ver con la creencia, familia,  recuerdos y reencuentros,  carga mucha alegría y nostalgia. Esta  festividad,  básicamente  hogareña, va cediendo durezas y rigores de tradición; se presenta  hoy, más  abierta a otros acomodos  y dimensiones. La navidad, da cuenta de   expresiones, identificaciones, relaciones y demás agregados  de una vieja  costumbre, donde  lo  intimo y acogedor,  va siendo, paulatinamente  enfrentado a situaciones más  abiertas  y desprejuiciadas,  pretendiendo hacer de ella, un “negocio”; expresión nada extraña en un mundo cuyo espíritu es justamente el lucro, la “ganancia”.
La navidad, negocio moderno, es en sí una estrategia comercial que ha adquirido una dinámica muy intensa,  involucra a casi todas las estructuras sociales y económicas de una sociedad. Cada día se presenta la navidad en mejores condiciones que la anterior, diríamos, “campaña navideña”. La navidad de hoy, tiene toda una dinámica de involucramiento, tanto de productores como de consumidores, así como de padres e hijos, de empleadores y trabajadores, de ricos y pobres, de excluidos e incluidos;  esa es la navidad, ya no solo del niño Jesús, sino el “business”, a nombre del niño Jesús.
La navidad, negocio moderno, desplaza a la navidad, vieja costumbre; todo hoy le acomoda a sus fines y objetivos. Estamos en un mundo globalizado, la comunicación se ha encargado de acercarnos todo, saber que es, donde está y como puedo tenerlo, es cosa solo de digitarlo. Las innovaciones, productividades, competitividades, tratados de libre comercio, etc., hacen que la navidad sea, un evento más en su calendario de actividades, al cual hay que ponerle fuerza de negocio y sonrisa de festividad. La economía plástica de las tarjetas de crédito, facilitan decisiones de compras, alargando deudas y agonías, que luego de la alegría de la navidad, muestran rostros de preocupación. Los espacios de realización de negocios comerciales, llamados hoy “malls”, expresan la modernidad de un sector comercial, que ya no tiene formato de tiendita, sino hoy, se presenta con toda su capacidad y poderío de ventas, la navidad para ellos es un buen “cierra puertas”.
No voy a entrar en la melancolía de decir, como añoro las navidades de antes, no, todo tiempo expresa su lógica, sentido y acomodo; lo inteligente debiera ser, a cada hecho y circunstancia hay que sacarle provecho, no perdiendo el sentido y amor de la familia, respetar las creencias, dar sonrisas y mensajes auténticos, y cuando traten de materializarlo en un regalo, hacerlo por decisión propia y no por imposición del marketing publicitario navideño.
Feliz navidad.


lunes, 23 de diciembre de 2013

NO CULPES A LA LLUVIA


La temporada de lluvias no es novedad en nuestra ciudad; enero poco, febrero loco y marzo poco a poco. Arequipa acomoda su crecimiento urbano a formas poco planificadas,  también, a inercias fuera de control que marcan a los “conos”,  como el “descontrol” planificado. La Arequipa, dormitorio,  servicios, comercio,  infraestructura,  equipamiento y logística, no armonizan para nada  con un anhelado y necesario plan de desarrollo urbano; por ejemplo,  las “torrenteras”, por la forma y ubicación, eran los desfogues naturales del agua de lluvia, se las invadió, se las  vendió,  se redujo  su  cauce y para nada se las recuperó  en la idea de tratar de acomodarlas al paisaje  urbano, y no terminar siendo, depósitos de basura o espacios invadidos; este es uno de muchos malos ejemplos de maltrato a la ciudad.
La temporada de lluvias, nos obliga a analizar el desempeño de instituciones de Arequipa que tienen  que  ver con el crecimiento y desarrollo de nuestra ciudad; la ciudad es también territorio de la Región y los Distritos son parte de la Provincia, también el agua y desagüe, la luz, el teléfono y los cables, ellos son parte de este sostenido maltrato a la ciudad.
La temporada de lluvias nos gusta porque limpia las calles y al día siguiente luce diferente y hasta con un olor característico;  pero, el sistema de “alcantarillado” del Centro Histórico, va directamente al  cauce del rio chili y de allí, obviamente a las cebollas y ajos de más abajo;  no solo son los coliformes, los elementos contaminantes, también,  los desechos de llantas. Así no es, no culpes a la lluvia. La reconstrucción de nuestra Ciudad, en todo sentido, es urgente e inevitable.


viernes, 13 de diciembre de 2013

CREO QUE SALE LA LEY…..


Hace más de un año en esta columna señale: “El  Estado,  no tendría  por qué  avalar un título,  la universidad es responsable de origen, más no de destino, que sería el portador; sin embargo, deberíamos  de  exigirle  al  Estado, que  las autorizaciones  de nuevas  universidades,  pasen,  no  por  tamices  mínimos,  sino ser de lo más exigentes;  en ese sentido,  las universidades  deben  tener capacidad  para  generar  recursos propios,  no  por servicios educativos  solamente, sino por  producción y  servicios,  y  lo  que resulte,  destinarlo con  justa razón a  formación, investigación y  equipamiento”.  luego este año reiteré: “La Universidad Pública necesita tener una rectoría, hoy no depende de ningún sector; su escenario natural es  Educación;  hay que mantener la  “autonomía”, sí, pero sin confundirla con “autarquía”;  la nueva “Superintendencia…. tiene mucho que ver”,  se necesita  reglas claras que tomen en cuenta un enfoque sostenible y sustentable, obligado requisito para generar una “Institucionalidad Académica”, tan venida a menos por “remaches” y agotamiento normativo, hecho  que facilitó y posibilitó, malas estrategias y manejos. El país necesita formación acreditada para su crecimiento y desarrollo, los universitarios necesitan asumir sus responsabilidades, el Estado debe generar condiciones para una Ley Universitaria, acorde a una sociedad con mejores capacidades”
Soy universitario y no puedo dejar de lado noticias como “la comisión de educación aprobó texto de nueva ley universitaria”, falta el pleno y el Ejecutivo, pero, creo que sale la ley…….
Dedico estas líneas a alguien que se nos va como Docente Universitario, “tus escenarios fueron diferentes y la viviste”, esto es futuro y tenemos responsabilidades que asumir; para Raúl Fernández Llerena, con afecto, la nueva ley te va a extrañar.

jueves, 5 de diciembre de 2013

AREQUIPA, CIUDAD PATRIMONIAL II


La semana pasada inicié el tema, anotando que Arequipa, va a ser sede del Encuentro Mundial de Ciudades Patrimoniales. Continuamos,  tener la categoría, implica hacer gestión patrimonial, nuestra ciudad merece mejor tratamiento. Necesitamos entender algunos indicadores urbanos relacionados con el formato patrimonial que ostentamos.
La oferta y demanda urbana no encuentra punto de equilibrio; en términos de vehículos, el centro histórico tiene el doble de entradas que el de salida, basta verlo desde el  referente de flujo (saben cómo entrar, pero que complicado es salir). No se ha jerarquizado el uso de suelos, hay más espacio para vehículos y menos para calzadas peatonales,  si a ello le sumamos, la evidente “sobreoferta” del parque automotor, el espacio público del centro histórico, marca límites de “sobresaturación”.
Los cuadrantes perdieron control de oferta, demanda, paisaje urbano y uso, veamos: cerca a la plaza de armas  hay un uso turístico, la zona de Peral, marca servicios para  Essalud, la Corte y siglo XX; Pizarro-Víctor lira, sin control, esta desvirtuado y es marginal,  finalmente, la Merced-Ejercicios y alrededores, no hay definición y presenta zonas vulnerables. Solo usando estos indicadores, encontramos que el centro histórico presenta un desbalance en su jerarquización, uso y definición. No categoriza, no define, no prioriza, solo existe y creemos que con eso basta, y no es así.