Corrientemente vemos en medios periodísticos, que tienen su sección de empleos, algunos requerimientos y cuáles son los requisitos para acceder a un trabajo; en ese sentido, me permito recordar cómo ha evolucionado este tema. Allá por los años sesenta, pedían saber leer y escribir y por su puesto las cuatro operaciones, en los setenta, secundaria completa, en los ochenta se tenía que ser universitario, hasta bachiller; los noventas era con título profesional, porque el bachillerato automático lo sacó de categoría, y en adelante, segundas especialidades, maestrías y doctorados incluidos, son requisitos insalvables.
Si lo vemos desde la perspectiva de mercado, me parece bien que los requisitos ajusten postulaciones y vale tener personal con mejor formación, capacidades, etc., y que ello asegure un profesionalismo en su quehacer. Sin embargo, la gestión pública tiene puestos que son por elección, esa es la consigna de nuestra democracia representativa bajo la óptica de lo político, en la cual se señala que, tienen que ser peruanos con edad mínima para esa postulación y ejercicio, una hoja de vida y nada más, creo.
Veamos, para el ejercicio de la Presidencia del Gobierno regional, se necesita tener capacidad para estructurar el espacio regional, con políticas de concertación pública y privada, entre la instancia regional y local, con instituciones, empresas, gremios y sociedad civil; además de saber cuáles son sus competencias. Se necesita tener la capacidad de construir la Marca Región, que sea la expresión de nuestra fortaleza y poderío; hemos sido cuenca lechera, región lanera, zona industrial con parque incluido, ahora pretenden que seamos mineros, un destino turístico, plataforma logística y servicios, etc. Aquí la marca es la construcción de una estrategia que nos lleve a un desarrollo sustentable y sostenible en la que se de oportunidades, se reduzcan las desigualdades y se mejore las coberturas de calidad de vida; cierto que no es todo, pero nos da la idea del concepto y requisito de capacidad.
De igual manera, para el ejercicio del Gobierno Local, se necesita Alcalde que tenga capacidad de entender la dinámica de la economía urbana; pensar la ciudad como unidad económica, tiene que ver con sus actividades en donde se involucran las fuerzas productivas, de consumo y mercado, etc. El paisaje urbano tiene que ver con el uso de espacios públicos y privados, siempre en la perspectiva de una ciudad regulada, por lo que necesitan conocer de espacios y flujos urbanos; el desarrollo y planeamiento urbano, su ordenamiento y la utilización racional del espacio, medio ambiente y habitad, tiene que ver con diseñar una ciudad apta para vivir, trabajar, comercializar, estudiar, divertirse, etc.
Ahora, juntando a ambos tenemos que, importa mucho tener conocimientos y capacidades en planificación del desarrollo, saber del rol del Estado, los riegos de inversión, rentabilidad, liquidez, costo-oportunidad, etc. De manera que a la hora de decidir se tome en cuenta las finanzas y herramientas financieras necesarias; también la gestión necesita conocer sus roles y funciones, niveles operacionales, manejo de capacidades, una eficiente gerencia social, etc.
Por lo tanto, debemos de entender que el mercado laboral privado plantea requisitos sobre la base de formación y capacidades que le asegure un buen quehacer profesional; en cambio, la política reduce al mínimo los requisitos para el ejercicio de la función pública. La lógica en el verdadero ejercicio de servicio público debe de ser exigente, ya que tenemos tantas necesidades, sabemos lo que hay que hacer, pero muchas veces no saben cómo.
Para el caso de los Congresistas, hoy tenemos uno más por elegir, nuestro cupo es seis. A diferencia del Presidente regional y Alcaldes, que se quedan en Arequipa a ejercer su función, los congresistas se van a Lima. La hermenéutica parlamentaria supone que van a ser parte de un partido político que con otros colegas nacionales forman la “bancada”. Este poder del Estado, legisla y toma iniciativas, que luego el poder ejecutivo las pone en acción. Podemos entender el reclamo de pobladores a su Alcalde por prometer una vereda y no hacerla; al Presidente regional por no actuar debidamente en un tema de su competencia; en algunos casos hasta pedimos su revocatoria; cosa que no sucede con los Congresistas, si no hacen nada, no pasa nada y peor aún, entorpecen muchas veces iniciativas de beneficio local y regional.
Cual debería ser el perfil de un Congresista, al margen de los requisitos de ley que no ayudan nada; como electores debemos exigir que: si su interés de postulación es su vocación de servicio; convertirse en servidor público implica conocer su ámbito de origen, postulo por Arequipa, tengo que conocer Arequipa. El censo y sus actualizaciones dan una línea de base importante en términos poblacionales y demográficos, condiciones de salud, educación, vivienda, empleo, necesidades básicas insatisfechas, etc., son datos de conocimiento obligado. Nuestra historia económica da cuenta de nuestro proceso productivo, que se expresa en la dinámica de los sectores primario, secundario y terciario; entender como los distintos modelos de desarrollo ajustados a políticas nacionales han variado nuestro perfil económico; las tendencias nos marcan derroteros y permanentemente se necesita ajustar la agenda para el crecimiento y desarrollo. Necesitan tener visión clara de una Arequipa en perspectiva de 30 años, tanto en su lógica interna, como del entorno sur peruano y escenarios competitivos abiertos; obviamente, sin dejar de tomar en cuenta, mejoramiento de calidad de vida y reducción de indicadores de pobreza. El perfil ajustado a la democracia representativa, tan igual como Presidente regional y Alcaldes, implica una labor que necesita estar orientada a iniciativas para beneficio regional, establecer sinergias de competencias, defender propuestas e iniciativas que den resultados de beneficio social. El Congresista tiene que conocer lo local, regional y nacional en la dimensión de los escenarios, los actores, las competencias, las capacidades, potencialidades, etc. Creemos que no es mucha nuestra exigencia como electores en esta todavía incipiente, democracia representativa.
A Arequipa le está sucediendo todo lo previsible en una dinámica de crecimiento económico, social, cultural; necesitamos establecer parámetros de una agenda en donde nuestros representantes, léase democracia representativa, tengan condiciones mínimas para el ejercicio de funciones públicas, los conceptos arriba señalados son requisitos básicos de una capacidad que necesitan tener los que dicen tener vocación de servicio público y que nos piden votar por ellos.
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