martes, 15 de enero de 2013

ISLAY, LA PROVINCIA DE LAS OPORTUNIDADES

El desarrollo del país debe orientarse a lograr una mejor calidad de vida para los peruanos, siendo esta una tarea que le corresponde al Estado, en todas sus instancias, a la empresa privada, y a la sociedad en su conjunto. En esta idea, las agendas de desarrollo de los gobiernos locales, regionales y central, deben de plantear estrategias claras, sabiendo muy bien ¿qué somos? Y ¿cómo podemos? trabajar oportunidades respecto de la macro región sur como escenario. Tener una visión compartida y consensuada con todos, juega muy bien para todos.

La visión de las oportunidades nos lleva a pensar y plantear, ¿Cómo encaja la provincia de Islay en estos intentos, visiones y gestiones? Un inventario crítico de su infraestructura, equipamiento y capacidades, nos da una buena lectura para lo que se proyecta y necesita. Me detengo en el puerto de Matarani y veo buena ubicación, tecnología y vocación multipropósito, junto a él tenemos al terminal pesquero y un costado otro terminal pesquero artesanal. Recorrer el valle nos da cuenta de una agricultura que necesita ser ampliada y precisa definir su cartera de cultivos; el tema del mar nos lleva a la pesca visto y analizado por su trabajo artesanal e industrial, aquí se requiere compartir responsabilidades y nuevas estrategias, finalmente, el turismo de temporada, tiene que ir más allá del verano. De otro lado, Mollendo nos muestra la urgencia de acomodar su equipamiento urbano a retos e impactos mayores; Matarani requiere ubicar mejor a la población en una necesidad de reordenamiento territorial en la idea de tener un mejor hábitat y así poder ampliar espacios operativos al puerto y otros servicios logísticos. Visto en conceptos claros, Islay tiene pesca, agricultura, ganadería, turismo, industria, comercio y servicios, que sumados a su infraestructura vial, portuaria y férrea, da como resultado una buena posibilidad para emprendimientos, posicionamiento y capacidad para aprovechar las oportunidades que se le presentan. La mirada al valle de tambo en su conjunto, nos permite encontrar a Mejía, la Curva, Cocachacra, la Punta de Bombón, allí vemos la oportunidad histórica de poder ampliar su frontera agrícola, estructurando una cartera de cultivo, tanto de pan llevar como de productos para comercios fuera de la región; la estrategia del valor agregado en su producción, nos lleva a estrategias agroindustriales; no olvidemos que turismo y servicios se presentan también como buenos complementos.

Islay es una de las pocas provincias de Arequipa con variados componentes para el crecimiento y desarrollo; cabe indicar que el componente minero está y puede ser un valor agregado comprometido con la provincia, donde las responsabilidades sociales, empresariales y gubernamentales, tienen que ser una nueva forma de ver, operar y monitorear mancomunadamente. Visto en conjunto, los componentes tienen mejor funcionamiento y rendimiento cuando se tiene claridad respecto de su crecimiento y desarrollo, asumiendo todos, los compromisos y competencias visionadas y consensuadas, todo a partir de una adecuada y legítima relación entre Estado, empresa privada, sociedad civil organizada y población organizada. Islay necesita de un posicionamiento por ser origen-destino de la vía interoceánica y por querer ser un nodo articulador e integrador en la costanera de Tacna a Camaná. Islay necesita comprometer actores con su crecimiento y desarrollo, y estos, poder asumir gestiones y decisiones inteligentes; todos mirándose a sí mismos y luego levantando mirada juntos hacia la macro sur, el escenario.

La agenda del sur necesita ser internalizada por todos los comprometidos en una posibilidad de visión compartida que lleve realmente por un buen derrotero, donde lo público, llámese, gobierno central, regional, provincial y distrital. Sintonice básicamente con emprendimientos privados, sociedad civil, ciudadanía y población en su conjunto. Necesitamos tener los conceptos claros de lo que se quiere, de cómo hacerlo, con quienes, plazos y metas; también, necesitamos priorizar y estandarizar, criterios y estrategias en la pretensión de involucrarnos todos. La clave es “articulación e integración”, y solo se logra, construyendo ejes que no solo son viales, sino además, económicos, productivos, logísticos, servicios y formativos; con el agregado de poder capitalizar activos, recursos humanos y tecnología. Es claro suponer que lo que se necesita es posicionar el Sur, construir una agenda para el desarrollo resulta prioritario; para lo cual vale, infraestructura, equipamiento, políticas sociales, calidad de vida, legitimidad de gestión, capacidades para una gerencia privada moderna y responsable, una gerencia publica eficiente y eficaz en el escenario público, un capital social con aptitud y capacidad, responsabilidad social en el uso de los recursos, etc. En fin, todo en un modelo donde Estado, capital, trabajo y ciudadanía, decidan trabajar juntos. En este sentido Islay, con Mollendo y Matarani, todo el valle con, Mejía, la Curva, el Arenal, La Ensenada, Cocachacra, la Punta de Bombón; con pesca, agricultura, ganadería, industria, turismo, comercio y servicios, por ahora, asuman el reto de ser un nodo articular e integrador, ser un punto estratégico en la macro sur, un polo de desarrollo.

Las condiciones y requisitos para estas oportunidades; van de la mano con tener toda la infraestructura y equipamiento necesario, coberturas de servicios de agua y saneamiento, mejoramiento de indicadores de salud, educación, vivienda, pensando en la calidad de vida; actitudes y visiones compartidas respecto de su condición actual y de sus posibilidades, compromiso de actores comprometidos con estas visiones y compromiso de responsabilidades a asumir; esa es la agenda.

Estamos próximos al inicio de una nueva configuración del mapa económico-productivo del sur del Perú, y este se va ir generando por la sumatoria de una serie de elementos que definitivamente le van a marcar una ruta en este escenario. Islay es importante, lo cual obliga a tener una visión de desarrollo clara que fije posicionamiento, se plantea para el caso, un enfoque de gestión que se exprese en infraestructura, equipamiento y capacidades, además, competitividad e innovación. El tema es ¿cómo hacerlo?

La visión de desarrollo, tiene que ver con un escenario que necesita, gasoducto, petroquímica, una agricultura moderna, hidro-energía, una minería con valor agregado, que genere más ingresos y oportunidades, una infraestructura vial y portuaria con posibilidades de buen soporte futuro, una provincia de islay, que articule e integre mercados competitivos, un escenario propicio para acoger a nuestros jóvenes en una sociedad del conocimiento, finalmente, la construcción de la marca provincial que la distinguirá definitivamente.

Este desarrollo económico establece también sus prioridades, nuestra agricultura pasa por temas de infraestructura de riego, tecnología y cartera de cultivo, agroindustria y agro exportación; la pesca busca adecuar infraestructura de embarque y capacidades de almacenamiento y frio; la minería obliga a la incorporación de formas controlables, compromisos empresariales, sociales y gubernamentales, el turismo, se presenta con buen pie por su vocación generadora de empleo y el uso adecuado de recursos y atractivos turísticos, que no solo deben de ser de verano, sino, ir más allá de la temporada.
Las oportunidades requieren de logística y servicios, ese es un componente necesario para lo cual requiere de capacidades, la tarea es hacerlo y el compromiso es de todos, cada quien con sus posibilidades, con sus competencias, con sus responsabilidades. Islay es la provincia de las oportunidades. ¿Qué falta y que se necesita para serlo?

QUEREMOS SER FUERTES Y PODEROSOS

Pocas veces hemos hecho el intento de crear visiones con buen futuro y que estas sean compartidas, consensuadas, decididas y ejecutadas. La Provincia de Islay, con su capital y distritos, con sus recursos naturales, con todo lo que posee y con lo mucho todavía por hacer y tener, necesita ser puesta en la vitrina de las expectativas, de las oportunidades.

Para factibilizar la visión de lo que queremos para Islay, requerimos tomar como instrumentos de gestión conceptos y categorías necesarias para su real posibilidad, como son: articulación, integración, vinculación, flujos, concentración, densidades y dispersión; direccionamiento, calidad y valor agregado. También, productividad, competitividad, innovación y capacidades. No son términos de otros mundos ni de otras economías más desarrolladas, son categorías que necesitamos usarlas para poder concretar nuestra visón de Islay, la provincia de las oportunidades.

Desde un desarrollo eminentemente espacial, la ubicación de la provincia es estratégica; en los últimos años han concurrido a su dinámica, nuevas redes viales que le dan buen acomodo y comunicación. Interoceánica, costanera, panamericana, binacional, son vasos comunicantes de flujos económicos, productivos, comercio, turismo, etc.

Los recursos del sector primario están en inventario, no hay pasivos pesados, pero si deudas que evitar. La pesca aparece como la privilegiada por su riqueza, pero no tan apreciada por su explotación y manejo poco adecuado a vista de condiciones ambientales actuales. Peces, crustáceos y algas son explotables, hace tiempo que se perdió la maricultura, como se perdió las machas. La pesca sigue siendo contrastante por lo alto de algunos rendimientos y deplorable por condiciones de calidad de vida del sector laboral; sigue siendo deficitario su infraestructura y equipamiento, falta frio, no de cámaras transportadores, sino de conservación en punto de desembarque. La pesca necesita tener la oportunidad de su destaque e incorporación como componente importante.

Los recursos primarios también están representados por la ganadería y agricultura, allí hay un tema pendiente de ampliación de frontera agrícola, de cartera de cultivo, tecnología, innovación y comercialización. Islay puede ser el gran centro de producción agrícola-ganadero, agroindustria y agro exportación, condiciones no le falta; agua y tecnología de riego son importantes.

Siguiendo con los recursos, no hay petróleo, no hay gas, pero si hay recursos mineros. El tema requiere de hacerlo sensible, no por lo bueno o lo malo, sino por lo que puede representar para la provincia tener explotación minera. El tema del recurso minero, su extracción, procesamiento, traslado, tiene que ver con la empresa y su responsabilidad operativa, le compete también al Estado a través de sus sectores competentes, Ministerio de Energía y Minas y del Ambiente, tiene que ver el gobierno local y sobre todo el Regional, con sus gerencias de línea, tiene que ver a Autoridad Nacional del Agua, tiene que ver todos los sectores comprometidos con la provincia, pesca, agricultura, ganadería, comercio, servicios; tiene que ver las instituciones representadas en su sociedad civil, tiene que ver la población en el ejercicio de ciudadanía; tiene que ver información, transparencia, autoridad, legitimidad de acciones y decisiones, representaciones consensuadas, legítimas y con autoridad, etc. O sea, tiene que haber condiciones adecuadas para decidir por consenso y legitimidad.

El sector secundario da cuenta de una construcción muy pujante y oportuna por lo que se está haciendo, habilitando y creciendo. La industria tiene pendiente plantear valores agregados a lo producido en la provincia. El sector terciario, o sea servicios, es el más dinámico de la economía no solo de Islay sino de toda la región.

Pensando en educación para la vida y educación para el trabajo, Islay, por todo lo dicho, planeado y visionado, necesita de un “Centro para las capacidades, productividad e innovación”; donde los requerimientos de agricultura, pesca, industria, comercio, servicios, turismo, minería, sean capacitados en un formato técnico y muy específico. La formación es importante, educación y desarrollo es una alianza estratégica irrenunciable.

Queremos mirar al sur con mucha expectativa de lo podemos ser capaces de hacer y lograr; en ese mismo sentido queremos que nos miren con mucha posibilidad, por lo que pueden encontrar y hacer, ambos va de la mano con lo que tenemos planeado como visión de provincia. Islay debe de ser una provincia muy funcional para toda la región Arequipa y para la macro sur.

MARCAS QUE DISTINGUEN

La marca se usa para distinguir, identificar y calificar; hay en ella la idea de comunicar una identidad, que en si es un valor. Viéndolo en retrospectiva, solo queremos lo que conocemos y mucho de lo que conocemos lo hemos identificado y guardado en nuestra memoria colectiva. La marca, es un nombre, término, signo, símbolo, diseño o una combinación de estas cosas, cuya intención pasa por identificar y distinguir, una señal de identidad. En todo este proceso, se produce la “economía comercial del mercado de marca”.

Cuanto de lo dicho tenemos en la provincia de Islay; que posibilidad tiene de pasar de una denominación a una marca identificadora, pensada y usada con fines eminentemente estratégicos. La idea es, identificar un poderío, una capacidad que la diferencie; para lo cual vamos a usar denominaciones conocidas de la provincia y como a partir de ello, podemos transformarlas en marcas identificadoras que den soporte a un nuevo posicionamiento de Islay, el punto de vista toma en cuenta sus potencialidades y oportunidades.

Veamos como construimos las marcas que deben de distinguir a la Provincia de Islay. Antes que Matarani, Mollendo era el puerto y tenía pegado una denominación, el muelle; la identificación lo daba la infraestructura, la cercanía de la estación del tren, las embarcaciones que servían para trasladar las mercancías de los vapores al muelle, las grúas que las colocaban a piso de muelle, sin olvidar por cierto a la aduana…. Esa es a grandes rasgos la identificación histórica del muelle de Mollendo. Hoy la denominación de puerto va colocada a Matarani, que además denota ser moderno y bien equipado. Matarani, tendría la marca de ser “el mejor puerto del sur del Perú”. A Mollendo le corresponde elevarla a la categoría de Ciudad, o sea, la Ciudad de Mollendo; lo de puerto es historia.

Otra denominación usada para Mollendo es la de balneario, claramente identifica el mar, las playas y obviamente el verano como estación de calor. Los otros meses, las otras estaciones, salen de identificación y no marcan al otro Mollendo. El concepto de balneario tenemos que insumirlo en el de “destino turístico”. Ciudad, valle, playas, gastronomía, infraestructura, equipamiento, servicios y conectividad dan cuenta de esa posibilidad. Los recursos, sus productos y servicios turísticos le van dando forma a un destino que se presenta con mucha potencialidad.

El santuario nacional, lagunas de Mejía, está situado en la costa de la provincia de Islay, con una extensión de 690.6 Ha. de humedales en la desembocadura del río Tambo; reviste enorme interés por ser una de la estaciones para aves migratorias más importantes en toda la costa peruana. En el Santuario Nacional Lagunas de Mejía, es posible encontrar 141 especies de aves, de las cuales 84 son residentes de la costa peruana y 57, migratorias, o sea que se las encuentra en esta zona sólo en una determinada época del año, en su afán de escapar del crudo invierno de otras latitudes. De las migratorias, 17 llegan a Mejía de otras partes del Perú, 4 de otros países de Sudamérica y 34 desde América del Norte. Este es un ejemplo de como siempre se le llamó, las lagunas de Mejía, hoy tiene la categoría de santuario y tiene su propia normativa, es un obligado referente para estudio y uso eminentemente turístico. De lagunas a santuario, es el paso a la Marca.

El valle de tambo, conocido así genéricamente, tiene a Mejía, la Curva, la Ensenada, el Arenal, Cocachacra, la Punta de Bombón; son denominaciones e identificaciones muy reconocidas. Una segunda identificación lo da la agricultura y ganadería, y de antigua data, el ingenio azucarero; el santuario nacional está en el valle. El rio Tambo ha marcado al valle, sus producciones han ido variando en el tiempo, se ha reducido sus espacios agrícolas, pero, no olvidemos que su posibilidad de crecimiento y expansión, es mucho más de lo que se cree y piensa. Al valle hay que marcarlo como el “centro de alta producción agrícola-ganadera”, lo de “valle dulce”, es algo histórico. En la denominación de marca, tiene mucho peso la producción; lo agrícola-ganadero necesita de innovaciones y productividad, siendo el valor agregado industrial lo que le daría la categoría de valle agro-industrial.

Una rápida lectura de la infraestructura vial da cuenta de una posibilidad. La costanera de Tacna a la Punta de Bombón, el tramo de Matarani a Quilca-Camaná, confirmaría un corredor importante. La vía interoceánica, tiene ramales que llegan y van desde Ilo, Matarani y Marcona, que sumado al corredor antes mencionado, dan una categoría muy singular y oportuna a la provincia. Juntemos los componentes para dibujar un nuevo mapa. Interoceánica, costanera, vía férrea, puerto; y por el lado de las vocaciones, agricultura, ganadería, pesca, turismo, comercio, servicios, minería. Todo junto y obviamente muchos componentes más, identifican una plataforma de producción, de servicios, de logística. No es nada extraño ni iluso por lo tanto, decir: “Islay, la plataforma articuladora e integradora” de la costa sur.

Como vemos el tema de la Marca provincial pasa por marcas específicas que le suman y le dan poderío a la marca mayor. Cada marca es una construcción, tiene en sí mucho de contenidos que precisan ser trabajados en todos los niveles y por todos los actores comprometidos con este nuevo emprendimiento. El mejor puerto de la costa sur, ciudad de Mollendo, santuario nacional lagunas de Mejía, centro de alta producción agrícola-ganadera, valle dulce, Islay, la plataforma articuladora e integradora de la costa sur, son las denominaciones nuevas que necesitan ser las marcas futuras.

ASUMIENDO RESPONSABILIDADES

Por todo lo dicho y poco hecho hasta ahora, requerimos ponernos a pensar en cómo hacer reconocimientos históricos bajo la modalidad de puesta en valor patrimonial, cómo creer que Islay debe de ser la provincia de las oportunidades y en esa perspectiva, querer ser fuertes y poderosos, así también, como dejar de lado denominaciones y construir marcas que identifiquen identidad y capacidad, y por supuesto, mucho más que suma a lo que creemos debe de ser la agenda irrenunciable a llevar a cabo en la provincia de Islay.

Como pasar del discurso a la acción en una coyuntura de crecimiento económico pero con débiles insinuaciones de indicadores de desarrollo. Lo que se quiere en particular es pensar para la provincia de Islay, la posibilidad de un crecimiento con desarrollo; donde la producción, lo social, el hábitat, las autoridades, las empresas, la población; estén sintonizados en una misma visión. Este es el reto de las responsabilidades.

Islay necesita ser intervenida en estricta competencia por las autoridades públicas elegidas. Un plan de desarrollo proyectado para los próximos 30 años nos da idea clara de la ruta a seguir en términos de planeamiento urbano, desarrollo de infraestructura, equipamiento y servicios. Esta es una responsabilidad del Gobierno Regional y Gobiernos locales, que le corresponde a cada quien planear y hacer. De solo pensar en el recurso hídrico, agua, nos lleva a visionar una provincia con 300 mil habitantes, ampliación de la frontera agrícola al doble de lo actual, usos industriales por más plantas procesadoras y uso minero también. Esa es una prioridad y su uso también tiene prioridades. Las coberturas de agua, desagüe y saneamiento, todavía no cubren densidades actuales, las plantas de tratamiento son priorizadas. Cómo manejar educación y salud, todo en un claro propósito de mejoramiento de la calidad de vida de la población.

Islay necesita tener una población organizada y bien informada, para poder situarse como actor importante de su crecimiento y desarrollo. Todo lo que supone el quehacer cotidiano, económico, productivo, social y cultural, debe de ser conocido sobre la base de buena y adecuada información. Lo público y lo privado de fusionan en el pensamiento de los actores; y todos con objetivos claros de lo que se quiere para Islay. Es importante construir ciudadanía responsable, así como sector público responsable y empresas con responsabilidad social.

La visión de lo que queremos para Islay, supone compromisos y responsabilidades, el mapa de actores tiene claro libreto de lo que hay que hacer. Estado, empresa privada, sector laboral, sociedad civil, población organizada; todos necesitan tener una visión compartida y a partir de ello, poder generar consensos respecto de sus participaciones y responsabilidades.

COCACHACRA, MARCANDOLE LA RUTA.

Tener una línea de base, hace que dispongamos de información oportuna para la toma de decisiones, regla de oro número uno. Se ha reseñado un conjunto de conceptos que marcan la intención de darle a la provincia de Islay una visión de futuro, concluyendo que es la provincia de las oportunidades. Se ha resaltado indudablemente a Islay como provincia y a Mollendo y Matarani como dos referentes importantes en este visionado proyecto de desarrollo. Pero, la lectura de Islay (Mollendo-Matarani) es una, y la del valle con Cocachacra, es otra, veamos.

Cocachacra necesita ser un referente del Valle y de la provincia de Islay; aquí se requiere construir una estrategia de desarrollo que vaya más allá de las obligaciones legales, en la cual se señalen un conjunto de ideas fuerza que dan lugar a la definición de sus lineamientos estratégicos.

Que se necesita para tener claro un desarrollo que asegure que sus diversos programas estratégicos, cumplan con los objetivos específicos de cada uno de ellos. Su desarrollo económico tiene que ser pensado sobre la base de una competitividad regional, lo social y su equidad va de la mano con la estrategia anterior, así como, la cultura y su diversidad, son necesarios para un país con mucho mestizaje y a veces intolerancia. El desarrollo ambiental y su sustentabilidad, tiene que ver con la organización de su territorio e infraestructura, no dejando de lado que para hacer posible todo lo anterior, es prioritario su desarrollo institucional.

Esta estrategia de desarrollo para Cocachacra se da a partir de un dialogo con la población, los organismos del Estado, las empresas privadas y todo aquel que crea en posibilidades reales de desarrollo para su distrito. Los lineamientos estratégicos para Cocachacra tienen que ver con el desarrollo de cadenas productivas locales en la idea de promover empleos de calidad, tiene que ver con una gestión del Estado participativa y eficiente, poniendo énfasis en el desarrollo espacial y territorial, tiene que ver con la integración y articulación de Cocachacra con su Valle, con su provincia y con su región, tiene que ver, también, con un capital humano, que es la base de la competitividad, innovación y productividad; tiene que ver con ciencia y tecnología para el desarrollo económico, social, productivo y ambiental, además, de hacer un uso eficiente y sustentable de sus recursos naturales; finalmente, se pretende asegurar con todo lo dicho, calidad de vida y protección social.

La competitividad, productividad, innovaciones y desarrollo de capacidades para agricultura, ganadería, pesca, servicios, turismo, comercio, industria de procesos y valores agregados, gestión de cadenas productivas y comercialización, logística, etc. Tiene que ver con educación y fomento de capacidades. Un Centro de innovación tecnológica se hace necesario en Cocachacra, el cual posibilitará el uso de capital humano adiestrado para todos estos requerimientos y los otros más de la provincia en su conjunto. La ruta que tiene que marcar Cocachacra, necesita de este Centro, la provincia de Islay también lo necesita, pero tiene que estar en el centro del valle.

En el criterio utilizado para las marcas que definen identidad, estrategias y operaciones, sería este un agregado más de identificación: el “Centro de Innovación tecnología del valle”, está en Cocachacra. Si para el futbol alguna vez funcionó, si se puede, para Cocachacra, todo es posible, depende de todos.








































1 comentario:

  1. sin duda, es una provincia rica por las actividades de agricultura, pesca, turismo principalmente, dirigidos por las personas lideres, que han hecho organizaciones sociales para su organizacion. sin duda, esperamos más de nuestra provincia de islay del departamento de
    Arequipa.

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