miércoles, 6 de junio de 2012

LA POLITICA, LOS POLITICOS Y LA POLITIQUERÍA


El escenario del  siglo XXI, plantea a lo social como la estrategia obligada a ser concebida y gestionada, luego de los intentos trazados desde la política  y  la economía. El sistema con sus modelos  económicos,  marcó  ciclos inestables; y es en lo social,  donde la insatisfacción de necesidades  crecía, teniendo una  lectura de embalse cada vez más  evidente  expresada en pobreza,  evidenciada no solamente  en cifras, sino en rostros y calidad de vida.  La  estrategia de lo social  obligó una agenda  de gestión gubernamental en calidad de prioritario, para  lo cual,  necesita de lo económico para  legitimar  lo político,  consolidando así  la  estratégica  referida a, consensuar  lo social, lo económico y lo político.
Hoy en día, a  algunos  eternos opositores,  les cuesta trabajo entender que son oficialistas. En nuestra  política, muchos apelan a la gobernabilidad, de la cual, poco saben y practican.  En nuestro escenario político, una cosa es Ollanta Humala y entorno, otra el legislativo (oficialista y socios), otra gana Perú y otra los nacionalistas; poco o nada tienen de indicios e indicadores de visiones compartidas; en los poderes del Estado, una cosa es el ejecutivo y otra el legislativo, la ausencia de cuadros les obliga a  tomar prestados a técnicos y políticos de otras tiendas y opciones, con los riegos  que supone la  necesaria  estrategia.
En nuestra historia republicana, el balance, tiene más de formas golpistas que de elecciones democráticas, todavía nos cuesta entender  los usos y abusos de la democracia;  la  intolerancia,  la diversidad, tanto  económica,  social como cultural,  no nos permite todavía ser Nación, la identidad nacional  todavía  sigue ausente,  por ejemplo.  Hoy  tenemos  de gobernantes,  a nuevos actores políticos que pertenecen  a movimientos  locales y regionales; por ello,  nuestros  últimos   presidentes, son producto  de  nuevos movimientos y nuevos partidos, salvo el  Apra.  A nuestra política, le ha sucedido todo lo imaginable, nada  nos es extraño, la hemos tenido de la oficial y también de la informal. 
La política, el arte de gobernar, es operada por políticos, llamados, clase política, o sea, gobernantes. Nuestra  intolerancia, a pesar de sus prédicas y prácticas,  se evidencia  cuando aparecen  en el escenario político,  los llamados politiqueros, pertenecientes a una  especie llamada, politiquería;  que  por  más que traten de hacer  política,  terminamos expectando a politiqueros,  fungiendo de políticos, que muchas veces siendo Estado, luchan en contra del Estado.
El  triunfo de Ollanta Humala, obedece entre otros conceptos  a haber dirigido su discurso a los que no  tuvieron el beneficio del crecimiento económico,  donde la reiteración  de la frase “crecimiento con inclusión social”, marco su discurso como candidato y virtual presidente. Entonces, necesitamos que la gestión del presente gobierno genere beneficio abierto y extendido para todos los sectores, garantizando la inclusión y mejor calidad de vida para los peruanos en situación de pobreza y pobreza extrema. Señores políticos se trata pues de hacer política con seriedad, en democracia, con respeto a la ciudadanía, y no de mostrar las escenas repetidas de los politiqueros pragmáticos e improvisados.

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