De las invasiones efectuadas en el cono norte de nuestra ciudad, específicamente, en la vía Arequipa-la Joya, han pasado ya varios días, dejando muertos y heridos en su haber; queda claro lamentar el hecho, pero, queda más claro aun, investigar acciones de esta naturaleza, donde se compromete a pobladores, dirigentes, autoridades y poderes públicos; quienes propician estas acciones, se hacen de la vista gorda, o simplemente, negocian, hechos violentos y corruptos, que suponemos, deben de dar buenos beneficios económicos y/o políticos.
La ciudad de Arequipa, vista desde su crecimiento, desarrollo y gestión urbana, es competencia de Municipios Distritales, Municipio Provincial y Gobierno Regional. Por ejemplo, La calle de mi cuadra, le concierne al distrital, en el mismo distrito, pasa una avenida con categoría metropolitana, es del provincial, y en el mismo distrito, arranca la pista que va a la panamericana, le corresponde a la región; bueno es decirlo de paso, la panamericana o interoceánica, es una competencia nacional; por lo tanto, en un mismo distrito hay hasta cuatro competencias, cuatro situaciones y probablemente, cuatro conflictos de intereses, no por las vías en sí, sino por sus entornos, bordes y mil posibilidades de negocios, ¿de quién? , ¿para quién?
Pensando en el cono norte de nuestra ciudad, parte reciente y emergente de Cerro Colorado y Yura, necesita urgente ordenar su territorio; sus terrenos, han generado mucha expectativa especuladora; se puede ver claramente que en su marquesi de bienes, tienen propiedades los dos distritos, el provincial y la región. De otro lado, en el buen sentido de la palabra, Las vías que conectan, enlazan, evitan, mejoran flujos, dinamizan tráficos, son diseñadas desde la perspectiva del planeamiento urbano. Curiosamente, la aludida empresa, “Invasiones s.a.c.”, con un sentido proyectivo, redefine el ordenamiento territorial y hace su propio diseño de ocupabilidad, cuyo objetivo es, tener terrenos contiguos y aledaños, usurpando espacios públicos e iniciativas privadas, cuya meta finalmente es, invadir, o sea, hacer negocio.
Invasiones s.a.c. tiene en su equipo de soporte, dirigentes, funcionarios, custodios, defensores de oficio, con guardia de asalto incluida. Invasiones s.a.c. asume su “responsabilidad social” y dedica sus esfuerzos a lograr si o si, conseguir el anhelado lote, con luz, agua, teléfono y cable además. Obviamente que así, no hay planeamiento urbano que aguante y prospere, esa no es la forma como debe de manejarse nuestra ciudad; los actores involucrados en estos hechos, son los que están en esa responsabilidad, llena de conflictos e intereses; aquí no hay autoridad, no escuchamos mea culpas, solo es, dejar pasar, dejar hacer y donde está el próximo.
Los hechos son lamentables, y aludiendo irónicamente a invasiones s.a.c., se tiene la carga de, nuestro desinterés como ciudadanos, pobladores implicados, cegados por la necesidad de tener su lote, dirigentes eternos y recientes, que piensan más en lobby y negocios, que en responsabilidades sociales, autoridades, de todas las competencias, que por lo visto, todavía no lo hacen suyo el tema. Esperamos, definiciones y decisiones, Arequipa no puede seguir así.
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