martes, 3 de enero de 2012

REVOCATORIA, Y AHORA QUE.


La consulta  popular de revocatoria,  es una de  muchas  formas de expresión de la democracia,   en  nuestro país  tiene  normativa y forma parte de un  marco jurídico  adscrito a temas de elección, representación y ejercicio ciudadano;  en lectura política, tiene que ver con  apertura,   reglas  de  juego,  equilibrio  de poderes,  representación,   consultas,  licencias,  referéndum  y  por cierto, revocatorias.  La revocatoria,  se puede solicitar a partir del  segundo y tercer año de gestión, tanto  del  Gobierno Regional  como  de los Locales y  requiere de un mínimo de firmas para dar inicio al trámite.
La consulta  popular de revocatoria, tiene que ver con la gobernabilidad  y esta,  con gestión medida  en eficiencia y  resultados. Tiene que ver  con ciudadanía, que se refleja en periodos y metas.   Tiene  que  ver con  tiempo  de  gestión,  que hacen nuestros  gobernantes  en cuatro años de ejercicio. Para algunos la revocatoria tiene la lectura de la desestabilización, para otros,  un ejercicio de ciudadanía; lo cierto es que, nuestra  débil e incipiente gobernabilidad, tiene esta normativa que fue concebida y decretada para su uso en la idea de querer estar a la altura de  tiempos modernos; pero, como siempre, no se trabajaron los previos, no se tomó en cuenta,  nuestra  historia,  costumbres,  actitudes  y  definitivamente, un adecuado y consciente ejercicio de ciudadanía. 
La  consulta  popular de revocatoria,  tiene como sustento  bases poco solidas, que pueden generar inestabilidad e  intolerancia. Nuestra clase política,  expresa hoy una mutación  hacia formas que van dando  uevos conceptos en la teoría de la política y sus expresiones de democracia. Partidos políticos “tradicionales” han ido cediendo paso a movimientos regionales  y locales,  aparecen  “alianzas”, más en opción de suma, que de visiones compartidas. Visto así, las alianzas  electorales,  que no son alianzas para gestión, no aseguran nada; por lo tanto  bueno sería  subirles la “valla”; los partidos políticos, necesitan  tener presencia nacional comprobada,  los Movimientos, deben dejar de ser coyunturales,  asumiendo estructura orgánica a fin de tener  sostenibilidad, no solo electoral, sino política. Este sería un comienzo, por lo tanto, requisito, para revocatorias pensadas e inscritas en principios de gobernabilidad.
La consulta popular  de revocatoria, tiene el siguiente escenario: solo se ha ejecutado el 69% del presupuesto 2011,  donde  el  Gobierno Central  marca 78%, el  Regional  64% y los Locales, solo un 63%.  El SNIP, que tiene que ver con  la calidad del gasto; no refleja una orientación hacia la utilidad social y económica del ejercicio presupuestal.  De los Ministerios, el de Transporte muestra  como  resultado el 96%  de  ejecución presupuestal, mientras  que Interior,  casi un 8%;  puede  entenderse  por lo tanto, que temas como delincuencia e inseguridad ciudadana, son cada día  más  crecientes.  En el  plano de las inversiones, el 80% es privado y solo  20% es público. Este es un escenario  cuantificado por cifras y ejercicios presupuestales; donde lo social, todavía descrito y cargado por la  insatisfacción, marca las pautas de revocatorias; evaluando gestión de gobernantes que piensan más en política de medios, que en una adecuada y necesaria gerencia social  pública.

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