sábado, 21 de enero de 2012

CONGA, UN REFERENTE ESTRATEGICO


Oro  y  agua,  son expresiones   que  representan  todo  un  conjunto  de componentes,   cada  uno  tiene su propio rol, tanto en diseños, estrategias,  como  en políticas especificas;  algunos  los  miran juntos, otros tratan de separarlos,  miran a  uno como bueno y  al  otro como malo;  en fin,  estas  expresiones   crean  sensaciones  más  a  querer  separar,  que  a tratar de juntarlos  amigablemente. El  Oro, representa  a  una minería  que  tiene una  historia  nada  santa,  ha  estado fuera de control mucho tiempo;  hoy  las condiciones no son las mismas, los escenarios han cambiado;  se  tiene  dos  ministerios,  Energía y Minas  y  del Ambiente,  que  son  los ojos  puestos en  esta actividad,  disque a nombre del Estado, o sea, de todos.
De otro lado, agua,  recurso muy preciado,  no se  exporta, pero  se vende,  nos sirve para consumos y  también la  usamos  para  generar  energía.  En  teoría, priorizamos  su  uso  diciendo, primero  el  ser  humano, seguido  de agricultura, industria y  por último,  minería.  No  le cobramos al  mar  por todos nuestros   aportes;  sin  querer  queriendo,  nuestro liquido  elemento,  permanentemente  se va,  no la  retenemos y  poco  la  almacenamos. Esa  es nuestra  agua, que  hasta  hoy,  no  ha tenido  una  gestión  que     condiciones  adecuadas  en  su manejo, protección y consumo.
Oro y agua,  representan  una  forma  simbólica  de dar cuenta de   nuestros  recursos,  de  cómo los  hemos tratado y explotado, de  lo poco  hecho  en  gestión  comprometida  con  su  renovación,  aporte, impactos positivos, responsabilidades compartidas con sus manejos,  estrategias  de  sensibilización,  efectos  positivos, etc.  Hoy,  tenemos  al  oro y  agua, comprometidos  en un escenario  político, económico,  social  y  cultural muy singular,  en la que se  ve  más  desencuentros,  que  acercamientos.  Tenemos  actores  comprometidos en este tema  también, existen elementos e instrumentos adecuados y necesarios, para tratar de tener una gobernabilidad  acorde  con la estrategia de inclusión social,   bandera  del  Presidente Humala. Las condiciones para el compromiso están dadas;  la  población  tiene,  los presupuestos participativos, licencias sociales y consultas previas,  el inversionista, una país en crecimiento sostenible y con ansias de desarrollo; de parte del Estado, una macroeconomía en azul,  buena imagen y  posicionamiento  expectante;  por lo tanto, querer llevar parte del crecimiento económico a millones de excluidos, es la estrategia política.
La  inclusión social  necesita  de visiones  claras; quiénes  son y donde están los históricos excluidos, como se va a hacer, con quienes  armar  equipos, tanto en lo económico, político y  social,  todo en la posibilidad de hacerlo sostenible. Las alianzas, sinergias, sociedades y asociaciones publico-privadas, tienen que estar con cobertura de credibilidad, legitimidad y autoridad; los actores con sus acciones, participaciones y productos, tienen que ser sujetos de crédito, más por principio de  Institucionalidad, que por  floreos personalizados. Interesa  más la lectura de proceso,  cuyo  resultado visto en  metas, por ejemplo,  calidad  de vida,  den cuenta  de logros en satisfacción de  necesidades, que esta no sea solamente social, sino  económico, productivo , de cultura e identidad nacional. Conga es un referente estratégico,  un punto de quiebre, que no solo debemos mirarlo y comentarlo, sino decidirlo adecuadamente. 

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