Un Plan Director urbano, es un instrumento de gestión, que sirve para diseñar una ciudad en perspectiva, estableciendo parámetros, cobertura de necesidades y servicios, infraestructura y equipamiento; también, vale tener una línea de base con referencia a población, economía de ciudad, dinámica productiva, comercial, servicios, indicadores de habitad y muchos etcéteras; todo, en el objetivo de saber, que es y qué hacer con Arequipa.
Somos una ciudad, que por el medio pasa un rio; hecho que obliga a tener una comunicación adecuada entre ambas “bandas”, para así, tener un buen manejo de flujos, lo cual facilitaría la dinámica y vida de nuestra ciudad. El casco urbano y lo que funciona encima de él, se presenta como un escenario de encuentros y desencuentros en torno a su uso; poco se ha planeado y más se le ha dejado al acomodo de crecer y crecer, pero sin un mínimo de gestión urbana orientada a ser “ciudad saludable y funcional”; esta no es la forma de administrar una ciudad. En Arequipa, ha crecido la población, parque automotor, su economía, servicios, consumos, etc.; de otro lado, lo que no ha crecido y mejorado, es su infraestructura y equipamiento. En esa perspectiva, se hace necesario tener una red de puentes sobre el Chili, pensado más en un adecuado manejo de flujos; los existentes, deben de ser mejorados y sumarse muchos más, los cuales no tendrían que tener proporciones como el señalado para Chilina. Los puentes internos de ciudad, pasos a desnivel, mejoramiento de calles y avenidas y nuevas vías, son contribuyentes necesarios para “anillos viales”, los cuales facilitan y mejoran la dinámica de flujos, solo así se posibilitarían “evitamientos”, tanto longitudinales como transversales. Todo lo señalado, no debe de provocar susto de tiempo, ni económico, el presupuesto propuesto para la mega obra, basta y sobra para tal cometido.
Este trabajo físico en ciudad, relacionado con su dinámica, social, económica, productiva y servicios, le da soporte sostenible para hacer de ella un espacio vivible. No creen que, arreglado y resuelto el espacio público por donde fluyen todos, recién luego, se norma y regula, por ejemplo, los flujos de transporte público de pasajeros; la licitación de rutas, con sentidos sentidos de origen-destino de usuarios, es consecuencia de lo anterior; el equipamiento en semáforos inteligentes, paraderos, estacionamientos, así como, funciones reguladoras y seguridad de la Policía Nacional y de tránsito, va acomodado a la secuencia señalada. Este es un buen escenario para ver el equilibrio entre oferta y demanda, para así , determinar el costo del pasaje urbano, la oferta se ajusta al espacio público implementado y equipado, incorporando y reajustando paulatinamente, demandas naturales, tanto por crecimiento poblacional como nuevos servicios y parque automotor. Creo que el orden de elementos, componentes y situaciones, está alterado; aquí, empiezan licitando rutas y luego hacen el puente, así no debe de ser. La ciudad urge de un planeamiento proyectado para los próximos 30 años, hay las capacidades para hacerlo, pero no están en rol de formuladores, ni menos de ejecutores. La luz verde para el financiamiento del SIT, de parte del Gobierno Central, no avala el diseño del mismo en perspectiva de una Arequipa funcional y dinámica para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario