martes, 24 de enero de 2012

HACIENDO POLITICA, UN POCO DE HISTORIA


La política ha hecho noticia en los últimos días; obvio que no todo es economía y estrategia de inclusión social, la política está en su cuarto de hora de  desencuentros  y  razones hay para ponerla  en  evidencia y escenario; la política expresa todo  un conjunto de componentes que hacen uso  de su denominación, como por ejemplo, el político, a secas, el  politiquero, la clase política, partido político, estrategias políticas, políticas sectoriales y de paso, analista  político, por si fuera poco.
Un poco de historia viene bien,  tratando  de entender  coyunturas  y  procesos  que  ha tenido la sociedad humana y  que han  marcado escenarios, actores y tendencias. Indudablemente la política moderna  tiene a la revolución francesa como un referente por los  conceptos enarbolados; libertad, igualdad y fraternidad. El siglo XIX, tuvo a Europa como escenario de cambios  sociales importantes,  donde  la  economía,  sociedad y filosofía, encontraron expresiones  de avanzada, cuya fusión,  logró  perfilar mejor a la política.  Ya  el siglo XX,  uno de los  formatos políticos propuesto,  fue la revolución,  la encontramos en  Rusia, China y muy cerca a nosotros, Cuba. Los partidos políticos que optaron esta forma de hacer política,  vía revolución, fueron los comunistas, cuyo doctrinero e ideólogo, fue el alemán Karl Marx.
Algunos conceptos  necesarios, para entender la historia de la política. La política, presenta también opciones, la  tenemos  para, mantener,  mejorar o para cambiar, son sinónimos de ser un conservador, reformista  o un  revolucionario. Para el caso, Lo revolucionario, estuvo apegado más  al lado violento, cierto que no era fácil acceder al Estado y  todo su poderío,  y de allí  manejar, como clase política,  al conjunto de la sociedad. La opción de mejora, o sea, la reforma, ha sido la forma más usada y difundida, y la otra posibilidad, tratar de mantener el status quo,  el estilo conservador, fue quedando  como un  episodio histórico más. La Europa de los años  setentas del  siglo XX, da cuenta de una nueva forma de conquistar el poder del Estado, vía elecciones políticas.  El denominado eurocomunismo, dio partida para que partidos políticos, socialistas y comunistas,  participen en elecciones políticas de todo rango; aquí en Latinoamérica  la Unidad Popular de Salvador Allende, ganó  las elecciones en Chile,  recientemente, Daniel Ortega, antes guerrillero revolucionario  sandinista, es hoy Presidente de Nicaragua, vía elecciones, para muestra dos casos.
Nuestra historia republicana, en balance, tiene más de formas golpistas que de elecciones democráticas, todavía nos cuesta entender los usos y abusos de la democracia;  la intolerancia, la diversidad tanto económica, social como cultural,  no nos permite todavía ser Nación; nuestra informalidad de  amplio espectro,  incluye también a la política. Hoy tenemos de gobernantes, a nuevos actores políticos  con denominación de movimientos  locales y regionales, y salvo el Apra, nuestros  últimos  gobernantes presidentes, son producto de nuevos partidos. En política, nos ha sucedido todo lo posible de poder  imaginar, nada nos es extraño. Pero hay formatos, como decíamos líneas arriba, que definitivamente salieron de la historia, no hay posibilidad de retorno, así sea con disfraz de demócratas.  La historia  hay  que contarla, desde la escuela,  para  no volver a cometer los mismos errores, tanto para los que quisieron, como los que no quisimos.
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