La política ha hecho noticia en los últimos días; obvio que no todo es economía y estrategia de inclusión social, la política está en su cuarto de hora de desencuentros y razones hay para ponerla en evidencia y escenario; la política expresa todo un conjunto de componentes que hacen uso de su denominación, como por ejemplo, el político, a secas, el politiquero, la clase política, partido político, estrategias políticas, políticas sectoriales y de paso, analista político, por si fuera poco.
Un poco de historia viene bien, tratando de entender coyunturas y procesos que ha tenido la sociedad humana y que han marcado escenarios, actores y tendencias. Indudablemente la política moderna tiene a la revolución francesa como un referente por los conceptos enarbolados; libertad, igualdad y fraternidad. El siglo XIX, tuvo a Europa como escenario de cambios sociales importantes, donde la economía, sociedad y filosofía, encontraron expresiones de avanzada, cuya fusión, logró perfilar mejor a la política. Ya el siglo XX, uno de los formatos políticos propuesto, fue la revolución, la encontramos en Rusia, China y muy cerca a nosotros, Cuba. Los partidos políticos que optaron esta forma de hacer política, vía revolución, fueron los comunistas, cuyo doctrinero e ideólogo, fue el alemán Karl Marx.
Algunos conceptos necesarios, para entender la historia de la política. La política, presenta también opciones, la tenemos para, mantener, mejorar o para cambiar, son sinónimos de ser un conservador, reformista o un revolucionario. Para el caso, Lo revolucionario, estuvo apegado más al lado violento, cierto que no era fácil acceder al Estado y todo su poderío, y de allí manejar, como clase política, al conjunto de la sociedad. La opción de mejora, o sea, la reforma, ha sido la forma más usada y difundida, y la otra posibilidad, tratar de mantener el status quo, el estilo conservador, fue quedando como un episodio histórico más. La Europa de los años setentas del siglo XX, da cuenta de una nueva forma de conquistar el poder del Estado, vía elecciones políticas. El denominado eurocomunismo, dio partida para que partidos políticos, socialistas y comunistas, participen en elecciones políticas de todo rango; aquí en Latinoamérica la Unidad Popular de Salvador Allende, ganó las elecciones en Chile, recientemente, Daniel Ortega, antes guerrillero revolucionario sandinista, es hoy Presidente de Nicaragua, vía elecciones, para muestra dos casos.
Nuestra historia republicana, en balance, tiene más de formas golpistas que de elecciones democráticas, todavía nos cuesta entender los usos y abusos de la democracia; la intolerancia, la diversidad tanto económica, social como cultural, no nos permite todavía ser Nación; nuestra informalidad de amplio espectro, incluye también a la política. Hoy tenemos de gobernantes, a nuevos actores políticos con denominación de movimientos locales y regionales, y salvo el Apra, nuestros últimos gobernantes presidentes, son producto de nuevos partidos. En política, nos ha sucedido todo lo posible de poder imaginar, nada nos es extraño. Pero hay formatos, como decíamos líneas arriba, que definitivamente salieron de la historia, no hay posibilidad de retorno, así sea con disfraz de demócratas. La historia hay que contarla, desde la escuela, para no volver a cometer los mismos errores, tanto para los que quisieron, como los que no quisimos.
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