El lema de la campaña que permitió ganar a Ollanta Humala fue, crecimiento económico con inclusión social; estrategia muy potente en conceptos de marketing político. Hoy la frase encierra toda una intencionalidad política y necesita de un plan para su ejecución y consecución de metas. Porqué el crecimiento económico no usó variables de inclusión social hasta hoy, y porqué, este mismo crecimiento puede posibilitar inclusión en adelante; que se necesita para que la inclusión pueda efectivizarse y hacerla sostenible; a lo dicho, creo que necesitamos saber que se entiende por exclusión social, como identificarla objetivamente y sobre todo, saber mediante una línea de base, como ha evolucionado, producto de políticas sociales ejecutadas en su nombre.
El concepto de exclusión social, puede verse desde un plano muy abierto que puede y tiene en sí, dificultades y demoras en su proceso de inclusión, o simplemente, reconocer y priorizar componentes para ser gestionados en un escenario de crecimiento económico como el nuestro. Usemos tres indicadores que pueden concentrar la atención para una política de inclusión social; en primer lugar, la línea de pobreza, que se basa en la medición del ingreso, el cual es una variable que puede cambiar rápidamente, mide el poder adquisitivo con respecto a la canasta básica, que si no se alcanza cubrirla, son pobres; y la canasta alimentaria, en igual término, sino se alcanza cubrirla, son pobres extremos. El segundo indicador es el de las necesidades básicas insatisfechas, este tiene un corte más estructural porque cambian lentamente a lo largo del tiempo, aquí tenemos a vivienda, servicios de agua y desagüe, hacinamiento, educación y dependencia económica. El tercer indicador está referido al índice de desarrollo humano y tiene que ver con las capacidades humanas básicas como, salud (esperanza de vida), educación (logro educativo), alfabetismo, tasa de escolaridad, ingreso (PBI per cápita). Aquí debiera estar concentrada la atención para lograr incluir a los excluidos mencionados.
Como lograr eficiencia y eficacia en una política de inclusión social basado en el actual modelo de crecimiento económico; creo que, sostenibilidad es un buen referente de política y un instrumento estratégico a tomar en cuenta; pero, tener una inclusión social sostenible con el actual modelo de crecimiento económico no tiene en sí seguridad de meta. Asegurar su sostenibilidad va por la ruta de crecimiento con desarrollo de áreas y sectores, de acción económico – productivo; que signifiquen el cambio de nuestra matriz productiva y económica. El ejemplo de la minería como componente importante del crecimiento, nos lleva a buenos ingresos, poco empleo, conflictos sociales, económicos y ambientales. Tenemos otros componentes como pesca, agricultura, gas, de un sector primario que necesita valor agregado no de discurso, sino de estrategias de ciencia, tecnología y capacidades para su transformación. Industria, construcción y electricidad dan fortaleza a un sector secundario que necesita ser eje transformador y energético del cambio. Comercio, servicios, turismo, son componentes de un sector terciario que usa intensa mano de obra pero que a su vez requiere de una tecnología de gestión y servicios. Estos sectores necesitan evaluación, soporte de infraestructura y equipamiento, promoción e incentivos, capacidades que le den fortaleza al empleo, etc.; mejorando así sus condiciones, nos ha de posibilitar rutas del desarrollo, que con un crecimiento sostenible pueden asegurar, inclusión social sostenible.
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