viernes, 12 de agosto de 2011

REFLEXIONES AL PIE DEL MISTI


471 años cumple nuestra ciudad,   la idea  no va por  recordar  su  pasado,  mas  bien, creo  que  es oportuno  pensar en su  futuro,  en tanto que el  hoy, el  día  a día  y otro día más,  nos  da  la impresión de estar siempre en un eterno presente y  eso preocupa.  La  Arequipa  conventual  de las  49 manzanas,   patrimonio cultural de la humanidad,  dejó  de serlo;  hoy   estamos   cerca  al millón de habitantes;   lo arequipeño, con su identidad,  está al borde del olvido, y  los arequipeños,  son  asumidos  como  una minoría curiosa y especial. Ponemos  al Misti, nuestro apu,  como  testigo de nuestra reflexión.
471 años, le dan una mayoría de edad a Arequipa? creo que  todavía no;  se necesita tener condiciones  y situaciones que  la hagan sostenible y sustentable  en función de   atributos, sean estos, económicos, productivos, comerciales, sociales, culturales;  las capacidades  tienen  que  ver además  con   infraestructura y equipamiento;  su vocación,  debe  de  tener  claras  muestras  de  articular e integrar propósitos, entendimientos y realizaciones. Todo este imaginario no plantea  requisitos y situaciones difíciles de llevar  a cabo. Pensar en quedarse como se es y a la deriva,  puede que  nos haga  llegar  al  aniversario 500, y es probable, que sigan  hablando  de su pasado.
471 años marcan líneas y tendencias, aquí la  producción agrícola y luego ganadera,  han  pasado por formas tradicionales a intermedias, donde yunta y chaquitaclla  de andenerías, dan paso  al tractor que imponía su presencia en espacios más planos y extensos,  hoy,  hablamos de grandes extensiones con represamientos, canales, generación de energía,  productos agroexportables y empleo;  recordemos que dejamos de ser cuenca lechera, nos volvimos laneros  por intermediación y la cebada nos dio una marca;  por otro lado, la pesca  generó  pescado frito,  balnearios y poco pescador, en una costa que es la más larga de todas las regiones  con litoral.  La industria  nos  dejó  un parque industrial que funcionó en un modelo y luego se convirtió en parque de guachimanes, hoy tiene otros intentos.  El comercio y servicios nos han invadido y sorprendido,  constatando  que nos han  descubierto como consumidores.  La minería, siempre generosa y conflictiva a la vez,  poco a poco nos  va dejando  sedientos, por más represas y tratamientos que haga. Finalmente, no menos importante, pero con mucho potencial está el turismo,  que se presenta como buen  generador,  en un sector  donde los servicios y comercio, dan la pauta del crecimiento actual, junto a construcción.
471 años, punto de quiebre de una ciudad que tiene que cambiar su discurso por acciones con fuerza de Marca Región y Marcas especificas que tienen que ver con, ser  la plataforma logística y  servicios del sur,  la  ciudad de los eventos por lo que tiene y puede, la mejor cocina regional del  Perú, el nodo articulador e integrador de la interoceánica en la jerarquía de querer ser el mejor puerto seco subregional, el centro formador y capacitador del sur del país, ser destino turístico competitivo,  marcado por atractivos novedosos. Como vemos, me gusta más esta Arequipa por hacer, que nos plantea retos, capacidades, actitudes, competencias, en donde  ser actores de este futuro ya ansiado, marca lo Arequipeño.

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