jueves, 4 de diciembre de 2014

LLEGO EL MOMENTO, LA ELECCION






Los días pasaron inexorablemente y  marcan una meta que en términos  electorales,  debe de tener  como resultado que lo que elijamos, responda a lo que se quiere y necesita;  Arequipa  tiene  pendiente  una  lectura múltiple de necesidades históricas insatisfechas, también, sus amplias  posibilidades; una vez más insistimos  que  este sería un buen momento para  repensar estrategias y visiones,  necesitamos enrumbar  a nuestra región  en  crecimientos y desarrollos sostenibles.
Un  concepto  para los candidatos está referido justamente a crecimiento y desarrollo.  Cuál es la frontera del crecimiento y en qué momento pensamos en desarrollo.  El crecimiento puede tener la energía de la  cantidad  y pretender   dar cuenta  de  la sumatoria  de cosas como expresión de fortaleza,  obras  y más obras, cemento y más cemento. El tiempo  resulta un buen indicador, ver y pensar sólo como presente, nos hace actuar el presente como si fuera un eterno presente y así perdemos  perspectiva; en esa lógica,  hacemos del gasto una rutina de gestión sin sentido. Pensar en futuro, en cómo moldeamos el crecimiento  e invertimos  en mejorar nuestras condiciones, capacidades  y calidad de  vida,  es  empezar  a  creer en el desarrollo; los dos  conceptos no son contrapuestos, no hay  una valla que marque  su  frontera, pueden caminar juntos; pero, una   visión clara y compartida, define mejor sus  impulsos y sostenibilidad.
Muchas veces  el que quiere ser político, pensando en su elección, genera un discurso sobre el desarrollo y termina  haciendo gestión del crecimiento, y si tiene un poco más de presupuesto se engolosina gastando a diestra y siniestra y si no lo tiene, se la pasa justificando lo injustificable. Tengo claro el futuro y se cuál es mi elección.







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