Puno, Cuzco, Moquegua, Tacna,
Madre de Dios y Arequipa, son regiones que necesitan generar consensos y tomar acuerdos; su
denominación espacial y estratégica, “la
gran región sur peruana”. Estamos ad portas de una elección para gobiernos
regionales y locales, lo menos que podemos hacer es definir una agenda compartida para
el sur del Perú; la urgencia
de tenerla, debe de provocar en
los “candidatos”, tomar lápiz y papel y empezar a trabajar
propuestas conjuntas, el escenario lo demanda.
Necesitamos recobrar para el sur la
estrategia de los ejes articuladores que
no solo son viales, sino, económicos, productivos, logísticos, de servicios y formativos. El sur necesita
capitalizarse en activos, recursos, capital humano y tecnología. Necesitamos tener: infraestructura,
equipamiento, políticas sociales para mejorar la calidad de vida, ejercicio
democrático estable, legitimidad de gestión, estabilidad jurídica, capacidades
para una gerencia privada moderna, gerencia social para un escenario público
demandante, capital social con aptitud y capacidad, responsabilidad social en el uso de recursos. Proponemos
que un 1% de las exportaciones de la Región,
debe ser para la Región. En uso de su competencia,
lo regional, provincial y distrital, deben tener una política de gastos priorizado de acuerdo a plan concertado entre
todos los sectores, instituciones y sociedad civil; ojo, no tiene la lógica del presupuesto
participativo.
Finalmente, solo un ejemplo, formar la “Autoridad sur peruana del uso y
gestión del agua”, esta sería una acción
acertada; el agua nos ha conflictuado y el beneficio es obvio cuando se hace uso
de planes y acuerdos concertados. La interoceánica, como lo fue antes el
ferrocarril, obliga a todos en el sur a tener una visión compartida, la agenda
de desarrollo es el objetivo.
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