El futuro de San Camilo no pasa por
lo que hoy muestra y oferta, sino por lo que debería ser a la luz de su propia
experiencia; ¿qué necesita para estar
mejor posesionado en el mercado de consumo minorista arequipeño?. Un segundo
concepto clave sería, ¿por qué tendríamos que acomodamos a San Camilo,
conociendo la existencia de una variada competencia? San Camilo necesita tener
su visión como centro de abastos tradicional, y saber competir con productos y
servicios diferenciados. Nada de lo señalado cabe en la posibilidad de “competir”,
sino se tiene un modelo de gestión
empresarial de corte participativo en sus decisiones, pero, con una gerencia
profesional que tenga claro su sostenibilidad y sustentabilidad en el mercado
de abastos y por departamentos en nuestra ciudad. Propuestas en conjunto,
racionales e inteligentes, indudablemente dan mejor resultado que el
costo-beneficio pensado individualmente. San Camilo visto
como “marca”, posibilita trabajar mejor sus departamentos y servicios
internos; “la marca San Camilo”, debe de generar a futuro, un entorno acomodado
en accesibilidad, seguridad y variedad, definiendo con ello, un nuevo paisaje
urbano de ese sector del Cercado muy abandonado.
San Camilo urge de una transformación
total, previa evaluación interna y externa hecha profesionalmente y sin
apasionamientos; necesita tener el convencimiento colectivo de no temer al
cambio, hacer suyos conceptos como:
calidad de servicio, creatividad, higiene,
presentación, etc. Este es un
reto y labor importante por lo que San Camilo significa para Arequipa; su
recuperación y lanzamiento en escenario competitivo, vale siempre y cuando se
haga profesionalmente, el emprendimiento de los propietarios e inquilinos,
tiene que ir de la mano con la apuesta de ciudad, el MPA tiene mucho que ver.
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