Algo anda mal en el Centro que no posibilita todavía gestionar su uso. O es un centro multipropósito en donde se puede hacer y encontrar todo, por lo que obliga a una invasión desmedida, o le dan un uso menos congestionado, mejor definido. Los malls y centros comerciales felizmente no están en el Centro; la Marina tiene uno, la Ejercito tiene dos (pobre avenida), Lambramani tiene uno y Porongoche otro; cada uno tiene la posibilidad de generar entornos adecuados que tienen que regularse por fuerza de mercado y normativa municipal; quedan todavía Siglo XX y la Barraca, cuyas áreas de influencia marcan su vocación que no tiene nada de bueno por mucho impacto negativo al “paisaje urbano”, llámese la calle San Juan de Dios y Octavio Muñoz Najar. De otro lado vemos con interés el mercado San Camilo, su entorno todavía sigue siendo marginal y no hay una estrategia adecuada en todo ese cuadrante, que limita con independencia y Salaverry. El centro histórico necesita tener gestión de entorno generando alternativas para concurrencia de usuarios, manejo de paisaje urbano, uso de espacio público para vehículos, etc.
Lo dicho es evidente y da cuenta de lo mucho por hacer, pero el colmo, y ese es el sentido de mi protesta, ¡cómo! es posible que haya autorizado el MPA la instalación de esos quioscos en la calle Mercaderes, justo frente al teatro Municipal, sencillamente, se pasaron. El tema del escándalo es, ¿quién lo solicita y peor aún, quien lo autoriza?
Espero que hoy viernes ya no este ese despropósito, así corrijan el error, no es justo lo hecho, razón no falta para indicar que podemos perder la condición de ser ciudad patrimonial.
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