Como ciudadanos, no debemos de renunciar a tener candidatos que cumplan con todas las normas y procedimientos, quedando claramente establecido que la aspiración a ser una autoridad elegida, debe de tener el requisito de su limpieza. La sociedad y sociedad civil, necesita plantear a la sociedad política, cuales deben de ser los derroteros de nuestro crecimiento y desarrollo, estrategias tan necesarios para poder cambiar y mejorar condiciones de pobreza, calidad de vida, empleo, etc.
Que somos como Región: en términos de producción, cual es la característica de nuestros sectores económicos, el primario (agricultura, ganadería, pesca, minería), secundario (industria, construcción, electricidad), y terciario (servicios, comercio, turismo); que rol cumple en nuestra Región el Gobierno Central (inversiones y estabilidad), el Gobierno Regional (promotor de inversiones y mejora de coberturas), el Gobierno Local (cobertura y calidad de servicios), el sector empresarial privado (responsabilidad social), la sociedad civil y la población (participación y licencia social). Porque que no se ha logrado diferenciar que es crecimiento y que es desarrollo, que estrategias, condiciones y resultados tiene cada una, que tendencias se están dando en la economía regional, sur peruana, nacional e internacional; de seguir así, hacia dónde vamos, que pasará y que giros necesitamos hacer. Como establecer planes concertados, como hacer compatible estrategias de generación de empleo que no choquen con tecnología; como explotar sin impactar, cuáles son nuestras prioridades en una propuesta de desarrollo, como posicionarse en el nuevo mapa del sur del Perú, etc.
Los electores queremos conocer propuestas coherentes, factibles, de suma utilidad y necesidad, no dimes y diretes, bajos instintos, además de empezar con las improcedencias, impugnaciones, tachas y más tachas, como acostumbran a hacerlo, veremos.
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