Hay temas que no parecen, sino, que aparecen como recurrentes. Cada año por el aniversario de nuestra Ciudad, casi siempre, se aborda como tema polémico, el corso de la amistad, se cuestiona lo que se ha de bailar, porque unas danzas si y otras no, se dice, hay que rescatar lo propio no permitiendo que influencias foráneas o de otras regiones nos invadan o marquen distingos. Creo que todas esas afirmaciones tienen sentido, sencillamente porque no tenemos una agenda cultural, por su ausencia o desinterés, obligan año a año a soportar mil y un argumentos sobre lo que no debe ser, o quieren que sea; lo real es que poco se sabe de lo que somos, tenemos y podemos. Una agenda cultural aparece como un buen instrumento de gestión, tanto para nuestra ciudad como para la región.
Vale preguntarse si realmente tenemos un acervo que nos marque y distinga como Arequipeños, ese es el tema; el inventario cultural nos da cuenta que existen más de cuarenta danzas pertenecientes a Arequipa; si como lo lee, no solo tenemos carnaval, montonero, turcos y witite. Va de obligado preguntar, ¿si todo ese registro existe?, porque no lo vemos en escenarios, eventos y en práctica permanente. Este tema y problema no solo es nuestro, veamos el caso de Puno, la capital folklórica del Perú, tiene un inventario mucho mayor al nuestro, del cual solo vemos reiteradamente, sayas, morenadas, diabladas, cuyo origen es Boliviano; creo necesario y urgente, saber que está pasando, “no hay plan, no hay una gestión cultural profesional, no hay trabajo de investigación, difusión, etc.” Sigamos, el tema cultural nuestro no solo se suscribe a la música, danza y vestimenta; también los arequipeños tenemos: nuestra música (yaraví, pampeñas, huaynos, etc.), pintura (acuarela, muralistas, paisajistas, etc.), gastronomía (dulces, bebidas -tanto calientes como frías- recetario de platos fuertes, postres, chichas, y por supuesto, ser la mejor cocina regional), artesanía (cuero, sillar, fierro, sombrerería, pirotecnia), músicos, literatos e intelectuales consagrados. También tenemos como muy nuestro, el hablar loncco y los arequipeñismos, una arqueología milenaria, una historia con pergaminos (prehispánico, colonial, republicano), Instituciones centenarias, calendario festivo – religioso y de aniversarios, tanto de distritos como de provincias; pero, anotamos una ausencia importante, no tenemos el “Día de la Región Arequipa”, si, el día del encuentro de las ocho provincias.
La agenda cultural, por lo visto, hecho, y por resultados de mil y un intentos, aparece como una necesidad obligada, tiene que ser un instrumento de gestión, que no solo sea competencia del Municipio Provincial, lo debe ser también del Gobierno Regional, Instituciones, actores comprometidos con el quehacer cultural, investigadores y profesionales aportantes a la cultura. Hoy tenemos oportunidades para hacer de Arequipa una Región con expresión Cultural propia y con identidad reconocida, la Agenda Cultural no es negocio, es una prioridad de nuestra condición de Arequipeños.
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