miércoles, 19 de junio de 2013

EL SERVICIO PUBLICO EN DEBATE.

Recordemos que con la aparición del Estado, todas las formas económico-sociales han conocido la intervención y la propiedad pública del Estado,  han conocido también al mercado. No hay, ni habrá, sociedades que no vean la coexistencia de Estado, propiedad pública, propiedad privada y mercado. Las sociedades han visto nacer, crecer y desaparecer diversas concepciones sobre lo que es público y lo que es privado; todas han oscilado tratando de entender, qué parte de lo público debía ser privatizado, y qué parte de lo privado debía ser estatizado. Todo el concepto aludido, forma parte de la historia del Estado en su expresión de servicio público, allí aparece la denominación de servidor público.
El servicio público visto en versión nacional, nos lleva a identificar a una parte del Estado dedicado a los “servicios”; no es la intención hacer el análisis y evaluación de todos los trabajadores del Estado Peruano, queremos dar cuenta de los que tienen “contacto directo” con el conjunto de la población, llámese, educación, salud, seguridad, justicia, servicios públicos.  Anotemos un primer indicador de servidor público, la formación, y si nos referimos a profesores de colegio, docentes universitarios, médicos, enfermeras, abogados, etc. vemos que el común denominador de todos ellos es su “formación profesional”. Allí el Estado debe de tener el cuidado y obligación de contar con el concurso de personal necesario, capacitado y acreditado,  todo en función de una obligada “meritocracia”,  concepto muy útil, pensado para los servidores públicos.
El Estado, con sus servidores públicos, hay que verlos también desde  las capacidades, méritos, responsabilidad de función y responsabilidad social, aquí las “escalas remunerativas” entran en terreno muy sensible. Es cierto que hay una deuda histórica respecto de las remuneraciones en su relación con status, rol y calidad de vida. Es cierto que el Estado ha sido usado por todos los Gobiernos en función, de ser un “botín laboral”, llegando a incorporar más empleo que el mismo sector privado; hecho que desconfiguró totalmente el equilibrio laboral, visto desde el costo-beneficio, responsabilidad y cobertura de servicios. Creemos que el  Estado nuestro, necesita ser reformado, mejorado, cambiado y en algunos temas mantenidos, aquí hay acuerdo. Es correcto decir, todos los Gobiernos han burocratizado el Estado, como también, que el Estado necesita de técnicos y profesionales capacitados y acreditados; por lo tanto, queda decir, ¿Qué hacer? El Estado necesita tener su organigrama funcional definido en función de su responsabilidad, cobertura, capacidad y competencia; lo eficiente y eficaz no debe de ser ilusión sino una realidad; ¿será posible hacerlo?  
El servicio público, visto por el lado remunerativo, las escalas y  carrera pública,  requiere de responsabilidades y resultados. El servidor público debe de ser remunerado por capacidades, eficiencia, méritos y competencia. Lo privado, lo público y el mercado, deben de asumir sus responsabilidades, cambiemos viejos conceptos de Estado y servidor público.

No hay comentarios:

Publicar un comentario