La provincia de Caylloma, tiene en sí, una geomorfología que le ha determinado formas de vida, economías, producción, recursos, cultura, muy diferenciadas. El valle del Colca fue una despensa (denominación toponímica), su clima, formación geológica amoldada a necesidad, la orientaron a ser abastecedora de productos a escalas manejables.
El valle del Colca, tiene en si elementos que le han definido parámetros más impuestos que propuestos por ellos mismos. Ser un valle de lectura turística marca su importancia. El valle del Colca es: agricultura, ganadería, pesca, minería, flora, fauna, música, danza, folklore, historia, habitad singular, etc. En términos turísticos es CULTURA VIVA, no solo VALLE, no solo CAÑON. El valle del Colca es un destino turístico, que es una suma de recursos, atractivos y elementos dinamizadores.
En términos de costo-beneficio, el valle no ha tenido mejora en su calidad de vida, los indicadores básicos así lo marcan. El gobierno distrital y provincial, el regional, incluso el nacional, descuidaron el valle, so pretexto de que el turismo era la llave maestra de su crecimiento y mejora de condiciones, por lo visto nada. No es mejora, es cumplimiento, haber colocado energía eléctrica, por ejemplo.
El valle del Colca necesita diseñar su plan de desarrollo, sin el condicionante del turismo, veamos indicadores: Recuperación y mejora de sistemas de andenería, micro canales de regadío, mini represas para regadío en partes altas para margen derecha e izquierda, mejoramiento de ganado y genética de vacuno y camélidos, cartera de cultivo tradicional con sistemas mejorados, reforestación de partes altas para evitar erosiones, desarrollo de piscigranjas de truchas, cultivo de productos no tradicionales alternativos que tienen buen rendimiento en ecosistemas parecido al valle, generación de cadenas productivas para dar valor agregado a productos locales, capacitar a locales en alternativas complementarias en manejos de flora y fauna, fomentar una política de recuperación de una cultura propia a través de escuelas y asociaciones, generar alternativas de gestión termal. También, mejorar sistema de recojo y destino de residuos sólidos, mejorar la cobertura de agua y desagüe, mejor gestión en salud y educación, además, un largo etcétera. En términos funcionales, el turismo como actividad económica en un destino como el Colca, se sentiría enormemente beneficiado por acciones de competencia, local, provincial y regional que estén estrictamente relacionadas con su habitad. En el valle hay temas más específicos, latentes y manifiestos, como son la extrema pobreza y pobreza, la migración de jóvenes, desigualdades y exclusiones, esto y mucho más, no tienen luz de inicio de solución por la vía del turismo.
El poblador no puede vivir de la propina del turista, el poblador no puede vivir de lo que Autocolca cobra al turista por ingresar al colca, el poblador no puede vivir de lo que generan los establecimientos dedicados al turismo en el Colca, el poblador tiene que vivir y mejorar su condición de lo que siempre ha hecho.
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