jueves, 2 de mayo de 2013

EL CASTILLO FORGA DE MOLLENDO


Ser  de Mollendo y escribir sobre el castillo Forga,  me genera una nostalgia que imagino  provocará muchas  recuerdos e  interrogantes;  solo  quisiera  sugerir   la posibilidad y necesidad de su  “puesta en valor”.  Se le llama Castillo de Mollendo, Forga, Miramar  o Monserrat,  tiene un área techada de 765 mts2  y área total de 2,134 metros; su construcción data de 1910-1912 y es de material noble, tiene estructuras de hormigón armado, paredes de sillar y hormigón simple, así como techos  de loza. El castillo ha perdido los pisos de madera, zócalos, puertas y ventanas, suelos de cerámica, vidrios simples y catedrales, mobiliario y un largo etc., todo esto traduce su estado de conservación; el abandono y los depredadores,  lo han puesto en situación de intervención. Fue declarado monumento histórico en 1987, está amparado por la ley general de patrimonio cultural y la ley de desarrollo de la actividad turística del Perú.
José Miguel Forga, industrial arequipeño, en 1910, decide construir un palacete como su residencia de verano en Mollendo, años después, vinieron épocas de crisis y el otrora próspero empresario se vio obligado a liquidar la empresa, fiel a sus ideales, prefirió no adeudar ni un centavo a sus trabajadores  ni menos al Estado,  usando para ello sus propios bienes personales, como fue el Castillo,  que  se dio como forma de pago al Estado, siendo Presidente, Don Oscar R. Benavides. Años después, la familia Rodríguez Ballón, compra el Castillo y esa es otra historia.
El  tema es a la Puesta en Valor del Castillo. El Perú es  un país patrimonial. Nuestro patrimonio tiene que ver con historia, arqueología, arquitectura, cultura, naturaleza, etc., también forma parte de este patrimonio, toda expresión y manifestación que tenga que ver con lo simbólico, ideológico; los ritos, mitos y leyendas, son parte de nuestro acervo cultural-patrimonial. El Castillo es un símbolo para los Mollendinos, este un tema pendiente de los Mollendinos con su Castillo y de los propietarios del Castillo con la historia de Mollendo, para lo cual, bastaría concordar intereses. Hay necesidad  de intervenirlo  para que pueda ser  la “marca” que identifique “Mollendo-Castillo”,  y eso solo es posible a través de su puesta  en valor. 
El Castillo fue privado, luego del Estado, y  hoy nuevamente privado, pero, simbólicamente pertenece a todos los Mollendinos como icono. No preocuparse, no tocarlo, no intervenirlo, puede significar que el símbolo, el icono, pierda toda su materialidad. Sus propietarios actuales, tienen una responsabilidad social con Mollendo; el Estado, sea Municipio, sea la Región, no  están en competencia de hacer algo, siendo esa  una buena disculpa. Pero  su restauración o deterioro definitivo,  es un tema de  los propietarios;  no olvidemos que la reconstrucción, restauración y puesta en valor, puede costar más que  su venta. Aquí no valen números, vale el costo-oportunidad de recuperar y poner en valor un símbolo Mollendino.




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