miércoles, 27 de marzo de 2013

SERVICIO MILITAR: OBLIGATORIO, VOLUNTARIO, SORTEO

Nuestra historia reciente nos marca conflictos y más conflictos; veamos, el reintento de los españoles, guerra con Chile, temas fronterizos con Colombia, Ecuador (más de una vez), de otro lado, nuestra guerra interna, con insurgencias guerrilleras, luego,  sendero luminoso y el mrta durante más de una década; posteriormente otro enemigo aparece reinventado,  narcotraficantes haciendo  sociedad con terroristas negociantes.  En esencia, el frente externo, eminentemente fronterizo, incluido nuestro vasto y extenso mar, el interno, escenario siempre amenazado, nos obliga  a pensar en nuestra  fuerza armada.
¿Son necesarias las fuerzas armadas? Claro que sí, profesionalizarlas suena  obligatorio, ¿Cómo? No basta tener solo a los oficiales, ¿y la tropa, cómo hacer para tenerlos, cuanto tiempo y para qué? Si los obligamos, reclaman, si es voluntario, nadie va,  finalmente, si salió sorteado, que mala pata, una frase segura de escuchar. Ser un militar de todos los rangos, implica la capacidad de, conocer, saber, querer, defender. Conocer nuestra historia, geografía y sociedad es requisito; saber el arte de la guerra, guerrillas, desde las tácticas, estrategias,  mil y un experiencias, tecnología, logística y servicios militares, es de oficio; el querer, pasa por saber que somos, de donde venimos,  que tenemos,  valores, identidad, nuestros acerbos, patrimonios y cultura, todo suma para un valor agregado insuperable. El defender no es una obligación es una convicción, una necesidad. Otro componente importante tiene que ver con el tiempo de permanencia de nuestros soldados de la patria en los cuarteles.
Lo que decidan hacer de su vida los soldados, una vez que salen de su servicio, lo dejamos a su entera libertad, pero, mientras estén bajo la obligada tutela, aparece como idea inteligente, formarlos  en  áreas técnicas, tan escasas y necesarias en el mercado laboral. Las fuerzas armadas necesitan invertir en capacidades, tanto en el rubro de las ideas, conceptos y valores, como en el arte y oficio de las necesidades de una sociedad. Tener módulos de enseñanza que tengan que ver con mecánica automotriz, electricidad, comunicaciones, etc.  Le da al “joven” una capacidad, que puede o no dedicarse a ella, pero, aparece como un atractivo funcional.
Se imaginan ustedes, aprender el arte de la guerra, saber que somos y que tenemos, aprender a ser ciudadano desde la perspectiva de los valores,  además, tener la opción de escoger y saber un oficio técnico, siempre útil y necesario, va bien. De solo pensar en ir al cuartel,  levantarse temprano, correr y correr, armar y desarmar el  fusil, cantar miles de veces el himno nacional, obedecer y seguir obedeciendo, en fin solo tener una vida de soldado, ni hablar; las fuerzas armadas necesitan reinventarse. La formación militar la hacen los militares, lo otro, es el concurso de los especialistas. O sea, formarlos para la defensa nacional, tanto interna como externa, va de obligado, formarlos en algo para la vida, mejor y  formar ciudadanos con valores, una tarea nueva.
 

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