Han pasado 184 años desde que el Libertador Simón Bolívar, firmara un decreto ordenando su creación. La Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, se fundó el 11 de noviembre de 1828. No me anima mucho ver a la Universidad desde una perspectiva histórica; pienso que la lectura de su presente, obliga a un cambio e impulso. Recordar su aniversario, no implica caer en nostalgias; su futuro se plantea como un reto hoy, es por ello que la comunidad universitaria agustina, requiere tener una visión clara respecto de su alma mater, esa es la exigencia histórica a una institución centenaria y emblemática.
Las instituciones de formación superior, necesitan plantearse como exigencia: la productividad, que es la forma de obtener un mayor beneficio a un menor costo; también, tener capacidad para diseñar, desarrollar, producir y posicionarse en un mercado sumamente competitivo. Las ideas, procesos y estrategias, necesitan provocar cambios en las prácticas formativas; allí La innovación aparece puntual y con fuerza; este propósito pasa por modificar concepciones y actitudes, mejorando métodos e intervenciones, en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Las capacidades, permite desarrollar y enfrentar con éxito, contextos, problemas y desempeños, sean estos realizados en ámbitos, tanto privados como públicos. En San Agustín, la productividad, competitividad, innovación y capacidades, debe de ser buen motivo para plantear y replantear, objetivos y estrategias.
El escenario-mundo, visto en todas sus escalas, plantea a la productividad, competitividad, innovación y capacidades, como indicadores claves para emprendimientos con éxito; la producción, economía, sociedad, cultura, se expresan a través del mercado, y es el mercado, quien plantea sus requerimientos laborales; en esa lógica, la Universidad, desde su rol formador, debe de generar una buena oferta de capacidades, esta fuerza laboral es la que se necesita para crecer y desarrollarnos, como región, como país.
Finalmente, el pasado de la Universidad de San Agustín, solo es un indicativo nostálgico, su presente, es una realidad complicada, pero su futuro, aparece como una posibilidad que debe de ser hechura de todos los que conforman la Comunidad Universitaria Agustina. Los indicadores de este mundo globalizado marcan líneas estratégicas que llevan el sello de la ruta obligada. Arequipa y el Perú, necesitan tener Instituciones formadoras que asuman el reto de ser actores importantes de los emprendimientos del país. Arequipa tiene la obligación de exigirle a su Institución emblemática, la responsabilidad social que le compete. La Universidad de San Agustín, debe de asumir el reto de responder este desafío con todo su poderío. 184 años de vida universitaria, no es poca cosa; docencia, investigación, promoción, servicios y producción; deben implicar, capacidades, infraestructura, equipamiento, planes, proyectos, estrategias, objetivos y metas. 184 años no debe de provocar voltear la mirada hacia atrás; la mirada, en este aniversario, es hacia adelante, el futuro, señala la pauta de lo que se debe y tiene que hacer. Construir la marca “soy de la Unsa” debe de ser objetivo Institucional, el soporte lo tiene que dar su historia, ciencia, tecnología, innovación, gestión, proyección y capacidades. Feliz aniversario.
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