jueves, 19 de abril de 2012

VOX POPULI VOX DEI

La voz del pueblo es la voz de dios,  así traduce  el  latín planteado como título. No voy a referirme a  dios,  pero  si quisiera  reflexionar sobre el concepto de pueblo.  Hoy poco se usa la denominación de pueblo, quizás, poblador, habitante, y sobre todo ciudadano,  tienen mejor sentido  de uso. Ciudadano con ciudadanía  aparece  mejor definido, no solo por concepto, sino por ejercicio; democracia con ciudadanía, es requisito y  condición de gobernabilidad, y una  adecuada y transparente gobernabilidad, es la que determina  y legitima acciones, tanto de gobernantes como de ciudadanos en general. Este  básico encadenamiento de democracia y poder,  necesita  ser  reflexionado, pensando en hechos y circunstancias, que nos están sucediendo  y requieren de un análisis y atención. Eventos y situaciones futuras, que impliquen excesos de competencias  y  exageraciones  democráticas, es una tarea que compromete,  tanto a la sociedad política,  sociedad civil  y  millones de ciudadanos, más  en prevención de situaciones de conflicto, que en la  solución de los mismos.
El Estado, tiene instancias y competencias definidas constitucionalmente; los poderes,  llámese, ejecutivo, legislativo, judicial. etc., necesitan ser eficientes  y tener equilibrios adecuados. El  Gobierno, desde un enfoque de gestión, trata de extender su brazo desde la instancia Central,  Regional y  Local; esta es la competencia del Estado que implica más contacto con la  realidad socio-económico-cultural del Perú. De otro lado, las estrategias  gubernamentales, marcan  intentos  descentralistas,  además  de  desarrollos regionales y locales;  siendo  pretensión del  gobernante,   querer que  el “Estado”,  llegue hasta el último rincón del país.
La sociedad civil, siguiendo el concepto de Alexis de Tocqueville, se identifica  con el conjunto de organizaciones e instituciones  cívicas voluntarias y sociales que fungen como mediadores entre los individuos y el Estado. Cierto es que  la sociedad civil, ha tenido una entrada en escenario interesante, y esta se refuerza continuamente.  De otro  lado,  es  el Estado quien  otorga, facilita  y norma, competencias  para  pobladores, habitantes y ciudadanos; por ejemplo, se tiene a  los presupuestos participativos, tanto regionales  como locales,  donde la “participación” de componentes organizados, tiene que ver  en sus decisiones y gestión. Las inversiones que  relacionen con “recursos”,  tienen  a la “licencia social”, como  un espacio de contacto de intereses.  La “consulta Previa”, aparece recientemente como  una nueva posibilidad de encuentro, entre pobladores, con denominaciones de nativos e indígenas, y  los que tienen intención de invertir e intervenir en “espacios” marcados por ancestro e historia, según se señala.
La participación, la licencia y la consulta, juegan bien al ejercicio de la democracia, siempre y cuando, los “previos”, sean informados, entendidos, comunicados, afirmados, consensuados y determinados,  además,  su costo-beneficio, y  no, burdamente; decidir primero  y  luego consultar. La lectura presente y pasada, nos  descubre imperfecciones y exageraciones; el futuro no tiene que ser así; necesariamente.

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