Cada cierto tiempo, hacemos uso de nuestro ejercicio democrático eligiendo autoridades, sean Alcaldes, Presidentes Regionales, Presidente de la Republica y Congresistas; creen algunos que esa es toda su participación como ciudadanos. De otro lado, en los últimos años han aparecido nuevos instrumentos de participación ciudadana, tenemos a los presupuestos participativos, licencias sociales y consultas previas, todos tienen que ver con el tema de gestión de Municipios, Gobiernos Regionales y Central. Lo cierto es que mayormente se desconoce cuál es el ejercicio de ciudadanía y cuáles son las reglas de la democracia, incipiente y débil, aún.
Dónde están nuestras autoridades; puede que se hayan perdido y no nos hemos dado cuenta, también puede ser, que a propósito los hayan perdido y tampoco queremos darnos cuenta, o simplemente, esto de “pérdida” y “perdidos”, se está volviendo crónico y patológico. De ninguna manera se trata de hacer un juego de palabras ni menos la conjugación del verbo perder; simplemente es darnos cuenta que a Arequipa le está pasando algo de lo más curioso; la gestión pública no la están ejerciendo nuestras autoridades, las que hemos elegido nosotros, sino, el Gobierno Central, que al final de cuentas es el que pone fechas, recursos y sobre todo trabaja, su “calendario político”.
Usemos algunos referentes para tratar de demostrar la ausencia de autoridades nuestras en la gestión pública Arequipeña. El sistema integral de transporte-SIT, tema muy conocido nuestro desde hace años, sencillamente lo va a hacer el Ministerio de Transportes, con proyecto incluido, que dicho sea de paso, nadie dice nada respecto del impacto que va a causar en el Centro Histórico de nuestra Ciudad. El tema se ha debatido y demostrado, ese planteamiento no va a solucionar definitivamente el crítico y colapsado sistema de vías, infraestructura, equipamiento y sistema de transporte que tenemos. Todo el tratamiento de aguas residuales, llamadas servidas también, lo ha asumido la empresa minera con su proyecto y financiamiento; sencillamente, necesitan del agua, sea limpia o sucia, para sus fines productivos, así lo requiere su actual producción y futura ampliación, la ubicación, costo-beneficio, ellos lo manejan; este tema salió del control de nuestras autoridades, porque no les cuesta y no lo manejan. El puente Chilina, ahora es con la modalidad, obras por impuestos. Ya sabemos que algún día saldrá Majes-Siguas II y lo hará el Gobierno Central, como las dos Costaneras, Punta de Bombon-Ilo y la próxima Matarani-Quilca-Camaná, a cargo del MTC. Puede que la variante de Uchumayo sea también obras con impuestos y eso va a costar un ojo de la cara para beneficio de los que la asuman. Finalmente, lo más probable es que las obras se inicien o se inauguren después que hayamos elegido a nuestras autoridades el próximo año; pero si sé que estarán expeditas antes que elijamos al próximo Presidente(a).