martes, 21 de agosto de 2012

PLAN DIRECTOR DE DESARROLLO METROPOLITANO

Una ciudad pequeña que tenga un plan de desarrollo urbano como instrumento de gestión, asegurará un crecimiento ordenado para beneficio de sus habitantes; pero una ciudad como la nuestra, con más  de un millón de personas, que no tenga un plan de desarrollo o que no lo ejecute adecuadamente, significa la diferencia de vivir en el paraíso o en el infierno, como lo diría Dante Alighieri. Arequipa debe contar con un plan que contenga y logre metas en el corto, mediano y largo plazo, sin perder de vista la visión de la ciudad que queremos.

El Plan Director de Desarrollo Metropolitano, tiene contenidos técnicos que no comentaré. Hoy, la idea es plantear elementos de lo que evidenciamos en nuestra ciudad y señalar aspectos que deben ser atendidos por las autoridades, para que nuestro habitad mejore y lo veamos reflejado en nuestra calidad de vida.
En el escenario provincial, la infraestructura y equipamiento urbano, necesitan mejorar su  funcionalidad. Debemos tener más puentes sobre el río Chili, pasos a desnivel, avenidas e interconexiones  viales  generadoras de anillos, que puedan soportar todo el flujo vehicular público y privado. Este paso previo, es necesario para luego poder concesionar rutas, que funcionen dentro de un espacio público adecuado, definido y como parte de las obras del SIT.
Respecto de la seguridad; la ciudad está siendo acondicionada para infringirla e impactarla, abandonamos  zonas  con valor histórico y las dejamos a expensas de lo informal,  la iluminación de calles y plazas es pobre, aspecto que facilita el terreno para la delincuencia. En Arequipa, la seguridad la hemos asumido los ciudadanos, gastando en rejas, video cámaras, alarmas, guachimanes y perros; es decir, vivimos en un espacio público inseguro y en un espacio privado que nos procura, seguridad relativa a costa de nuestros bolsillos.
Por otro lado, existen acciones descoordinadas entre la municipalidad provincial y las distritales, lo que les interesa lo vuelven metropolitano; su marquesí de bienes, lo tienen en toda la ciudad, no ha habido una asignación adecuada para necesidades distritales.
El alcantarillado de la ciudad, lo han derivado al río Chili, factor contaminante de producciones agrícolas que no sólo contienen coliformes, sino también desechos de llantas y todo lo que usted pueda  imaginarse;  en otras palabras, no se hace nada por el afianzamiento del río; como tampoco por el tratamiento de residuos sólidos y rellenos sanitarios. Necesitamos definir la gestión de torrenteras, reformatear sus aires y generar valor urbano a corredores y espacios abandonados.
Hoy  tenemos  un plan metropolitano que perdió sentido, planes maestros y más planes, que son al fin de cuentas, saludos a la bandera; porque la ciudad crece desordenada, desregulada y sin parámetros. Arequipa no tiene políticas de desarrollo urbano.
Sabemos que la comuna ha encargado el Plan Director de Desarrollo Metropolitano. ¿Hasta cuándo seguiremos esperando?, ¿cómo trabajamos  la  Marca  Arequipa  sin un plan a futuro?, ¿seguiremos como ciudad sumidos en el infierno, o haremos el  esfuerzo de enviar al purgatorio a nuestras autoridades, para llegar un día al paraíso? Seremos como Dante alguna vez…

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