miércoles, 11 de julio de 2012

MIRANDO LA PROVINCIA DE ISLAY

El sur del Perú, debe adecuar sus estrategias de desarrollo considerando sus potencialidades, conflictos, y oportunidades. Hoy tenemos  la vía interoceánica  con sus tres  destinos, Marcona,  Islay e Ilo;  la costanera de la Punta de Bombón a Ilo-Tacna,  pronto,  Matarani-Quilca-Camaná;  está el  gasoducto, la planta petroquímica, la ampliación de fronteras  agrícolas, como Majes-Siguas II; contamos con destinos turísticos de jerarquía internacional, inversiones industriales,  comerciales,  servicios, etc., a lo que se suma la participación del Estado con el  mejoramiento de infraestructura y equipamiento. Estos emprendimientos  privados y estatales, deben articularse con las demandas de la sociedad civil en una lógica de construir país. El tiempo, la historia y los últimos acontecimientos en Cajamarca y Espinar nos enseñan que el diálogo permanente, la prevención de conflictos y la presencia del Estado, son primordiales para nuestro desarrollo; es mejor lograr sinergias basadas en las responsabilidades compartidas, que intentar solucionar conflictos después que la sangre llega al río.
El desarrollo del país debe orientarse a lograr una mejor calidad de vida para los peruanos, asumiendo esta tarea el Estado, la empresa privada y la sociedad en su conjunto. En esto, las agendas locales, provinciales y regionales, deben lograr estrategias claras con una mirada hacia dentro y otra, hacia las regiones vecinas que conforman la macro región sur.
Pero… ¿cómo encaja la provincia de Islay  en  estos intentos, visiones y gestiones?;  un inventario de su infraestructura, equipamiento y capacidades, nos da una buena lectura para lo que se proyecta y necesita. Islay tiene, el puerto de Matarani con buena tecnología y vocación multipropósito;  un terminal  pesquero artesanal;    agricultura de valle que necesita ser ampliada y que precisa definir su cartera de cultivos, tanto para uso industrial, como de pan llevar; una industria pesquera, y finalmente,  el turismo de temporada, que puede irse más  allá del verano. De otro lado, en la ciudad de Mollendo urge acomodar  su equipamiento  urbano a retos e impactos mayores; así como en Matarani, se necesita ubicar mejor a la población en una lógica de reordenamiento territorial para que tengan un mejor habitad y se pueda ampliar  espacios operativos al puerto.  Visto en conceptos, Islay tiene pesca,  agricultura, turismo,  industria, comercio y servicios, que sumados a su infraestructura vial, portuaria y férrea, da como resultado una buena jerarquía de emprendimiento, posicionamiento y capacidad para aprovechar las oportunidades que se le presentan. 
Islay,  es  una de  las pocas  provincias  de Arequipa, con variados componentes para el crecimiento y desarrollo, cae por su propio peso indicar que el componente minero, está y puede ser  también un valor agregado. Islay,  debe lograr su posicionamiento al ser origen-destino de la vía interoceánica y poder  ser, nodo en la costanera de Tacna a Camaná. Islay necesita comprometer actores con su crecimiento y desarrollo, y que estos,   asuman gestiones y decisiones inteligentes, levantando la mirada, hacia el escenario de la macro región  sur del Perú. Lo cantaba Serrat “…el Sur también existe…”, pero debemos creerlo,  nosotros primero.

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