Se hace necesario entender y manejar conceptos que se marcan como irrenunciables, Las ciudades pasan rápidamente de tener configuraciones simples a complejas, en lo que se refiere al paisaje y dinámica urbana, una gestión proyectada es necesaria, de lo contrario, su crecimiento no tendría horizonte determinado; de otro lado, el libre desplazamiento, pensado en origen-destino, genera efectos negativos en costos y usos nada funcionales, en esa lógica, se hace necesario generar una cultura de uso de ciudad, que no debe de quedarse en enunciado, sino priorizarse como necesidad, de lo contrario, ésta corre el riego de caotizarse. Arequipa, necesita una eficiente gestión por parte de sus autoridades, articulando e integrando competencias del gobierno regional, provincial y distritales, que tomen en cuenta el futuro, pensando en este complicado presente.
Una ciudad es, gente (para decirlo en fácil), Infraestructura de vivienda, Infraestructura de servicios, Infraestructura vial, parque automotor, Infraestructura de Alumbrado, teléfono, cable, saneamiento, etc. Usando los anteriores ítems como indicadores tenemos: La población crece, la cantidad de vehículos crece, Las viviendas también crecen. Es de suponer que, La infraestructura vial también debe de tener un ritmo de crecimiento casi paralelo al poblacional, al de viviendas y vehicular. Si agregamos a lo anterior, que hoy tenemos una Arequipa con vocación de servicios y tercearizada; aparece la necesidad de espacios de concurrencia con entornos con capacidad para aforos y manejo de flujos.
Una ciudad pensada en el concepto de CALIDAD DE VIDA, tiene en primer lugar al ser humano, su habitad, dinámica, su economía, a ello recién acomodamos, entornos, paisaje, infraestructura, equipamiento, etc., luego de planear y diseñar la ciudad, lo último que se hace es construir el puente. Un orden invertido, implica que tenemos que acomodar todo en función al puente, cambiando tendencias y pretendiendo dirigirlas hacia ese atractor funcional sin sentido (ubicación), debiendo, contrariamente, tener no una, sino otras ubicaciones y otros acomodos funcionales, no de uno, sino de varios puentes.
Una ciudad que piensa en mejoramientos en tiempo presente, no tiene sentido, pensar en cambios para una Arequipa de aquí a 30 años, es un acto inteligente; aquí son claras e irrenunciables las tendencias en el desplazamiento urbano, tanto por cotas, como fronteras naturales. Hay tendencias claras en la configuración del crecimiento urbano de la ciudad, que van generando corredores entre puntos equidistantes, teniendo al Centro histórico como punto medio y paso obligado. El tratamiento de diseño urbanístico de una ciudad con río al medio, tiene que ver necesariamente con tendencias que marcan los corredores y la conexión de ambos lados, lo cual crea la necesidad de tener una costura urbana vía puentes. De otro lado, las tasas de crecimiento poblacional son más altas en los puntos equidistantes del corredor mencionado (expansión), que de zonas consolidadas que están relacionadas con el pretendido puente. Arequipa necesita puentes, correcto; hay de los que no se puede tocar (históricos), de los que se necesita ampliarse para mejor flujo, del inconcluso y de los que tienen que estar en función de las tendencias, o sea, nuevos(s).
Esperamos los arequipeños, que esta vez el anuncio de la construcción del “puente Chilina”, evalué todo lo dicho y no dicho, tomando en cuenta en el proyecto, conceptos necesarios en su formulación, diseño, construcción y operación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario