viernes, 19 de junio de 2015

ME PASE LA LUZ ROJA




Hablar de nuestra ciudad, de los espacios públicos, su paisaje urbano, puede resultar sorprendente por donde se le quiera ver. Este no es tema solo de arquitectos o de otros especialistas en temas urbanos; solo quisiera apelar a su sentido común y así poder entender lo que nos está pasando. “Arequipa se está volviendo insufrible porque está siendo atentada paulatina y constantemente”.
Una rápida evaluación nos indicaría que estamos sometidos a un estrés marcado por la prisa a sabiendas que somos una ciudad lenta en flujos, crecemos y crecemos poblacionalmente, pero cada vez somos más anónimos y desinteresados; la multiculturalidad y diversidad se evidencian como indicadores claves de una convivencia desbordaba e intolerante. Tenemos un alto nivel de contaminación sonora, visual y de emanaciones toxicas, para colmo de males, hacemos mal uso del espacio público por actividades económicas, transporte público y privado, así como una conducta inadecuada como peatones.
Porque me pase la luz roja del semáforo. Gigantografías, paneles elevados, bambalinas, carteles y cuanto elemento publicitario exista de forma, tamaño y denominación, ha sido sembrado en nuestra ciudad, aquí nada se escapa, trátese de pisos, jardineras, techos, paredes, postes, puentes, etc.; “todo está siendo usado como espacios publicitarios”. Ojo, si nos demuestran que el ingreso de los Municipios es importante por alquilar esos espacios y servicios, trataré de entender;  contrariamente, si es menos del 1 %, de su presupuesto, no hay razón para malograr nuestro paisaje urbano. Por cuatro soles no vale la pena contaminarla visualmente, precisamente  por estar tapando un semáforo, me pase la luz roja, no lo vi y tengo sentimiento de culpa por lo ocurrido. Necesitan innovar estrategias publicitarias, no es justo, ¡Recuperemos Arequipa!





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