Necesitamos definir y construir
el escenario regional, necesitamos
entender el desempeño de actores, necesitamos
saber que somos, entender indicadores
como el de la producción, los sectores económicos, vocaciones y tendencias
históricas, nuestros productos bandera,
que mejor sería, nuestras marcas regionales. El escenario necesita una
aclaración de roles, por ejemplo, el
perfil de las inversiones y estabilidad
de las mismas de parte del gobierno central, la promoción de
inversiones, coberturas y capacidades de parte del gobierno regional, los
servicios de los gobiernos locales, la responsabilidad social del sector
empresarial privado, finalmente, tener una
sociedad civil comprometida con un rol de actor participante.
Nuestra estrategia del crecimiento económico, tiene
que ir de la mano con políticas de desarrollo. Necesitamos tener claro un plan
de desarrollo concertado con tendencias
claras, porque lo sostenible y sustentable
marca tiempo y rendimientos y son
indicadores necesarios para que el
Estado, Capital, Trabajo y Sociedad Civil, efectivicen una sinergia que
debe dar sustento a un Acuerdo Regional.
Necesitamos recordar nuestra historia económico-social-productiva, esta tiene
muchos intentos registrados de pretensiones basadas en generar “acuerdos”; pero,
¿por qué no se tuvo éxito?, sencillo,
no hubo trabajo previo, requisito
necesario para tener escenarios y actores dispuestos a cumplir un
libreto consensuado y legitimado. No hemos intentado en serio, construir región
y tener identidad regional; son pocos los elementos y componentes
que vinculan nuestra condición de pobladores, habitantes y
ciudadanos. Hemos alimentado más intolerancia que consenso. Hoy
aparece un nuevo reto, tener un Acuerdo Regional, por lo tanto, necesitamos
inteligencia, autoridad y legitimidad, visto así, la voluntad política de
actores responsables y comprometidos, busca tener el escenario adecuado para propiciar esta
posibilidad. Podemos lograrlo.
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