Un
poco de historia. La variante de Uchumayo requería para la confección de estudios y expedientes,
la capacidad de más de una veintena de profesionales especialistas como: Ingenieros civiles, de
transporte, geólogos, sanitarios, eléctricos, telecomunicaciones, agrónomos,
ambientales, arquitectos, abogados, economistas, etc. Con su participación, la calidad de su
trabajo tenía que haber sido lo que realmente se necesitaba; creo que esta afirmación
tiene sentido en el ¡cómo deben de
hacerse proyectos y obras!, por los resultados y evidencias de hoy, parece ser
que así no fue la cosa.
En
un anterior artículo en esta columna sostuve lo siguiente: “La obra variante de
Uchumayo, al comienzo tuvo todo el ruido
necesario al estilo de nuestros gobernantes,
beneficiarios y los posibles afectados. De pronto, silencio, nada de
avance a ojos vista, y obviamente, dificultades al ingreso y salida a la
ciudad, aparte de vergüenza por ese escenario y paisaje urbano. El tema es que el presupuesto ha sido usado en obras
no previstas, no se hizo oportunamente el trabajo de topografía, no se tomó en cuenta las escorrentías de agua
de toda la parte alta que, si o si, pasa por parte de la variante”
Volviendo
otra vez a la variante de Uchumayo, la atraviesan 14 canales de regadío, el más
grande es el del Cural, en tiempo de estío llevan 1 metro cúbico, en época de
lluvia, pasan en horas punta hasta 2.5 metros cúbicos. Si en el primer tramo de
la Variante ya hecho, se tiene estas dificultades, ¿cómo serán en los otros dos
tramos que faltan? ¿Seguirá siendo zanjón o será por superficie, tal como está
en el Plan Director de Arequipa Metropoli
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