Se suele decir corrientemente, una cosa es con guitarra y otra con cajón, expresión muy peruana que se refiere, a esos intentos de querer hacer mucho, marcando y remarcando ese hecho, y a la hora de la verdad, a la hora de la acción, se descubre que no era como se creía y pensaba y no necesariamente la gestión gubernamental se hace como se tenía previsto iniciarla. Los escenarios en referencia, tienen múltiples formas y expresiones, en lo objetivo y material, solo se necesitaría tener líneas de base, lo cual permitiría identificar características y condiciones de nuestra realidad; de otro lado, en el plano subjetivo, muchas veces irracional, la expresión cultural, arrastra en si toda una genética histórica que podemos definirla como, insatisfacciones de amplio espectro. la gobernabilidad, el otro tema, pasa por escenarios que tienen en sí agendas con una lectura más cercana con el conflicto que el consenso, razones no faltan para entender que poco se ha hecho, en prevención de conflictos y por supuesto en gobernabilidad; las escalas en el ámbito de acción, van desde el gobierno central hasta los locales; en ellos no se encuentra todavía, líneas maestras que sintonicen al menos, visiones compartidas de tanto que quisiéramos hacer y tener, pero que nos cuesta trabajo entender y emprender; somos así, pero no siempre tenemos que seguir siendo lo mismo; el cambio aparece por lo tanto, como una necesidad histórica para la construcción de país.
Los escenarios no son expresiones de coyuntura, son construcciones que llevan en sí todo un proceso que el tiempo les fue marcando rumbos. El escenario no es una realidad que se le deja sola para crecimientos y desarrollos inerciales, creo que no. El escenario se piensa, planifica, se ejecuta y se evalúa, todo en función de hacerlo sostenible y también sustentable. El escenario requiere de todo un sistema y estrategia de gobernabilidad, el principio de autoridad pasa por hegemonía en el uso de poder y legitimidad en función de representación; gobernantes y gobernados son una unidad en lectura de democracia, que tiene que ver con representación y participación. Todo en sí es un continuo aprendizaje que lo podemos ver desde la óptica de la ciudadanía, como también desde la gestión gubernamental.
Los escenarios provocan agendas de intervención tanto de lo público como de lo privado, en ese sentido, los escenarios se construyen, tan igual como construimos ciudadanía, hoy podemos ver que los escenarios han construido agendas, no necesariamente abocadas para su crecimiento, desarrollo, mejora de condiciones y calidades de vida. Sus agendas aspiran y reclaman participación en formulación y decisión de actos y hechos importantes, nos parece bien; en tal sentido, se han creado mecanismos e instrumentos como, presupuestos participativos, licencias sociales y consultas previas, que son parte de una estrategia reciente referida a democracia participativa. Pero todavía falta, la construcción de país pasa también por generar consensos y acuerdos y no es cuestión solo de discurso, sino además de acción y resultados; la intolerancia, deporte nacional, tiene que dar paso a la confianza; por lo tanto, la gobernabilidad de los escenarios pasa por construir agendas compartidas sobre la base de visiones compartidas. Los temas de gobernabilidad y agendas, deben de ser consensuadas y priorizadas, es un camino seguro.
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