Cuarenta años no se cumplen todos los días y este es un aniversario muy especial que celebra el Ballet folklórico de la Universidad de San Agustín. Lo recordamos por su trabajo y trayectoria, y esta es una buena ocasión para poner en análisis y debate, el tema de la música y danza como expresiones folklóricas. Nuestro acerbo cultural es muy rico y variado, pero sin embargo, no tenemos una buena lectura de hechos y resultados; algo no camina bien o está mal planteado, quizás los actores equivocaron sus expresiones o simplemente la gestión cultural no contribuyó a construir una agenda capaz de mostrar y transmitir nuevos productos; no saber de qué se trata o simplemente, no importarnos de donde es y el porqué de lo que vemos y sentimos, nos pone en situación crítica respecto de este tema.
Cuarenta años del ballet, nos recuerda que en fecha muy cercana a este inicio, apareció en Arequipa un evento que marcó todo un referente, Festidanza. El recuerdo del creador, Don José Luis Velarde Soto, Alcalde de la Ciudad en ese momento, nos motiva también a pensar como este festival de música y danza, sufrió el embate del tiempo, marcado por una propuesta poco sostenible, en donde costos, construcción de marca y contenidos, determinan hoy una necesaria reformulación que debería ser puesto en agenda; este es un tema que no solo le concierne al Gobierno local y regional, sino a la misma sociedad civil, sobre todo a los que tienen que ver con gestión cultural.
Cuarenta años del Ballet, nos recuerda a su fundadora, Doña Lucy Abarca, antropóloga de profesión; quien no solo fue formadora en el arte de la danza, también se le reconoce por la labor de recuperar, registrar y poner en escena, música y danzas propias de nuestra región. Este acerbo da cuenta de más de cuarenta danzas pertenecientes a Arequipa; si como lo lee, no solo tenemos carnaval, montonero, turcos y witite. Va de obligado preguntar, si todo ese registro existe, porque no lo vemos en escenario. El tema y problema no solo es nuestro, Puno, la capital folklórica del Perú, tiene un acerbo mucho mayor al nuestro, del cual solo vemos sayas, morenadas, diabladas; cuyo origen es Boliviano; por lo tanto, creemos que se hace necesario y urgente, cambiar estrategias, tener una gestión cultural profesional, como también, trabajo de investigación y difusión; pensando en construir identidad.
Cuarenta años es un buen referente, tanto para el Ballet folklórico de la San Agustín, que se le reconoce aptitud, trabajo, trayectoria y consecuencia con lo arequipeño; como también de festidanza, que el tiempo y circunstancias le exigen cambios; de igual manera, el Corzo de la amistad, expresión abierta y popular, urge de un replanteo no solo por lo que se ve, sino por lo que debería expresar de lo nuestro; también nos preocupa los Puneños, quienes tendrían que expresar más de música y danzas propias. Los universitarios en general, han demostrado que son buenos y entusiastas danzarines, pueden dar el cambio requerido, allí hay capacidades y condiciones para trabajos etnomusicológicos; seamos espectadores de lo que tenemos y así poder demostrar, que nuestro acerbo es rico y variado. La cultura necesita investigación y también gestión, la música y danza lo necesitan y lo merecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario