sábado, 16 de enero de 2016

RESCATANDO UNA COCINA



RESCATANDO UNA COCINA

La cocina peruana, reconocida hoy en día en los salones de la fama y en el buen paladar, si tiene  merecimientos para ostentar dicha categoría; sus posibilidades, tanto en el gourmet internacional y como en comedores caseros de todo el mundo, tiene que ir  facilitada y propuesta con  un buen proyecto, solo falta darle sostenibilidad a nuestra variada carta y que empiece a ser comentada  y degustada abiertamente, así podemos tener una denominación de Marca Gastronómica, reconocida, categorizada y jerarquizada; solo para mención, tenemos a  la cocina China, mexicana, Italiana y española, por ejemplo. En nuestro país, hay cocinas regionales muy ricas y sabrosas, visto desde una categoría estrictamente sensorial;  pero, algunas de ellas muestran  indicadores de dejar de serlo, no tanto por efecto de su menor consumo, la modernidad y globalización, sino,  porque necesitan ser rescatadas y socializadas, necesitan ser puestas “en plato”.
Rescatando una cocina; para el caso de Arequipa, usemos el concepto de “cocina regional”, es más realista y lo demostramos  desde la geología, geografía, producción, cuencas, recursos naturales, etc.,  es el ámbito y escenario para su denominación adecuada. La ponemos en evidencia  también desde la misma cocina, su historia, lo pre inca, inca, colonia y república, toda esa correlación de periodos  indican continuidad, aquí cocina y culinaria, son un perfecto maridaje.  Reiterando el enfoque de cocina regional, vemos que aquí relacionan,  agricultura, mar, ríos y lagunas,  donde sus productos, climas, aguas, suelos, flora y  fauna;  marcan  identidades locales que dan sentido a lo regional expresado en sus despensas naturales, que son los proveedores de insumos para nuestras cocinas.  Otro indicador clave  vendría a ser la reivindicación del “insumo”, que se convierte en un producto cultural de la biodiversidad, dando lugar a la cocina de campo y cocina de ciudad. Que duda cabe, la cocina es una  expresión cultural.
Rescatando una cocina.  “comer es un placer”. Pensando en lo Arequipeño, todas las culturas peruanas  han usado el picante como insumo, pero en nuestra región, su combinación y mezcla magistral, lo ubica en otro paladar; “es un ají que saborea pero que no pica”. Arequipa plantea una encrucijada multicultural, todos los colores (diversidad) y todos los sabores (culinaria), son una sola, “nuestra cocina”. Tenemos técnicas, instrumentos y lenguaje propio, así como,  cocina de ciudad, de campo, de costa, sierra y de valle. La cocina del pueblo, que es la categoría insumida en lo regional, tiene que ver con sus jornadas, sus días, fiestas y aniversarios; nos recuerdan que para cada ocasión hay una propuesta, hay una carta, y eso es un distingo de nuestra Marca Gastronómica.
Rescatando una cocina. Arequipa hace una cocina regional desde sus componentes, y ese distingo lo evidencia la cebolla, ajís, leche, ajo, condimentos,  yerbas aromáticas y sus guarniciones. En Arequipa se conjuga la necesidad, con la religiosidad y paganismo, porque son encuentros, expresiones y cocina. Nuestra cocina expresa una memoria, lo pre inca, domesticando animales y plantas, lo inca, asegurando la alimentación, la conquista que se ve a través del encuentro de culturas, la colonia da paso a la integración y mestizaje,  finalmente, en la república, las migraciones y fusiones marcar una categoría, que es la nuestra, ser una “cocina mestiza”. Esa es la cocina  arequipeña que queremos rescatar y posicionarla, y así poder reivindicarla como la mejor cocina regional, esa es nuestra Marca Gastronómica.




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