jueves, 24 de octubre de 2013

CARA 2013, CARA AL FUTURO

Tenemos una nueva edición del Congreso Anual sobre la Región Arequipa – CARA; el evento aparece como un espacio importante de exposición y dialogo sobre la región Arequipa. “Construyendo capacidades para el futuro”, es su tema central; pone en agenda, indicadores referidos a infraestructura, educación, gestión pública, energías renovables no contaminantes, talento humano y competitividad; sus expositores principales son Ministros y Vice Ministros, del actual Gobierno.
Creemos que es necesario arreglar algunos conceptos para tratar de entender que desarrollo  necesitamos para la región Arequipa, la visión propuesta es interesante, pero, haríamos bien si tratamos de ver y tener la agenda completa para que así, los  emprendimientos,  sean sostenibles en sus propuestas y acciones. Tenemos que pensar en la lógica del modelo económico,  una evaluación de lo ocurrido en los últimos veinte años, marca el derrotero, un indicador valido es descifrar el PBI nacional, evaluando los sectores, claramente notamos, tendencias que no siempre hay que ser consecuentes con ellas, la minería por ejemplo. Necesitamos mirar al sur, esa evaluación implica ver a Arequipa en escenario, lo que miramos y como nos miran, vale  ponerlo en mesa,  el intento juega bien. Importa mucho hacer una retrospectiva respecto del inicio formal del Gobierno Regional, esta evaluación tiene que ser política, social, económica, productiva y de gestión;  la primera impresión da a entender que privilegiaron  discursos políticos sobre agendas de emprendimientos y promoción. La región Arequipa, necesita tener su visión de desarrollo, necesita planificar el desarrollo, necesita generar posibilidades y escenarios que tengan que ver con ser productivos y competitivos; Arequipa en el imaginario de la macro sur, tiene más desencuentros que posibilidades reales de establecer sinergias inter regionales, encuentros de negocios empresariales, gestión pública  concertada, es obvio la falta de consenso con población y sociedad organizada. La agenda para el desarrollo tiene que ver con integración, articulación, infraestructura, equipamiento, capacidades,  también,  importa mucho, la innovación, creatividad, productividad y competitividad. La estrategia para un desarrollo sostenible se tiene que dar a partir del cambio en la matriz energética y el cambio en la matriz productiva, no olvidando por cierto, necesarios soportes logísticos, financieros, servicios y formativos.
Creemos que es necesario arreglar el concepto de desarrollo; visionamos desarrollo, pero terminamos haciendo gestión del y para el crecimiento. El crecimiento no asegura sostenibilidad, en cambio, es el desarrollo, en lectura amplia, la que puede generar esas posibilidades, reiteramos la propuesta, el cambio de matriz productiva es condición para el emprendimiento, dejar de ser “minero-dependientes”, ayuda mucho, la minería seguirá siendo importante, pero, agricultura, pesca, industria, turismo, comercio, servicios, etc., necesitan ser elevados a la categoría de prioritarias y estratégicos.  La inclusión social solo es posible hacerla desde la perspectiva del crecimiento y desarrollo; solo crecimiento, insisto, no asegura nada. Finalmente, Estado-Empresa-Trabajo, son la trilogía del desarrollo.

FUSIONES QUE SUMAN Y FUSIONES QUE RESTAN


¿Es Arequipa el lugar de encuentro de las culturas altiplánicas y las costeñas, la encrucijada de los caminos culturales y costumbristas que vienen desde Salta y Bolivia, Puno, Cusco, Apurímac  y van hasta Caravelí; es Arequipa el ombligo de la culinaria regional del gran sur? Iniciar un tema con una pregunta planteada así, es todo un reto, veamos cómo nos sale el intento.
Como no podía ser de otra manera, con la llegada de los españoles y en pleno  proceso de mestizaje, se produce la primera gran fusión culinaria nuestra,  los insumos se van multiplicando más y más,  se complementan  las técnicas de preparación, potenciando así los atributos de la carta en formación y diversificando así enormemente la oferta.  Hoy, rápidamente llegando al tiempo presente, la globalización cultural y la industrialización alimentaria, han provocado la segunda gran fusión: cartas internacionales,  presentación gourmet, tiempos breves, tecnologías modernas, alta rentabilidad, exigentes protocolos sanitarios, etc. es obvio,  que lo señalado afecte a la primera fusión y que esta, poco a poco,  se vaya extinguiendo, quizás no por olvido, pero si por desplazamiento. No olvidemos que los  restaurantes “hoy”,  prefieren la preparación rápida, menos combustible, menos personal en la cocina, menos guisados y más frituras, etc.,; el tiempo evidencia que  muchos, por productividad, se suman al formato fast food,  todo rápido e inmediato, en fin.
Vamos a  lo nuestro, se está perdiendo la socialización en torno al “picante”, que no es un sabor sino un dolor, si, el picante deleita y duele, es un placer masoquista que nos cautiva y nos reúne en su alrededor,  tratamos de apagar sus arrebatos con fresca chicha de jora, y si estamos muy llenos, podemos bajarlo  con una copita del fuerte Anís, que le cae muy bien. los “picantes”, que por los carrilanos “gringos” de Meiggs, terminaron llamándose “Americanos”,  deben ese nombre porque pedían una porción de cada olla en su plato; hoy mucho de lo dicho se está olvidando y poco a poco desapareciendo, la gente pide los enormes triples y dobles, como una suma de platos; solo un dato, aún La Capitana hace su famoso estofado de tres  horas a fuego lento y el kilo de murmunta para el ají de calabaza, le cuesta 200 soles; sigamos, casi ya no hay licchas ni caucau fresco para los “loros”, están desapareciendo las hojas de nabo para el chupe y el paico para el llatan, el camarón “lloto” para el civinche ya no existe, el maíz negro ya casi no lo “empoyan”, el guiñapo tiene poco sullo y la chicha sale muy liviana; de la moderna licuadora sale una vistosa crema verde, mientras que en el enorme batán se sigue “triturando” el huatacay y el rocoto pintón,  conservando así sus aceites esenciales para darnos  intactos sus aromas; ya no se usa conchas a leña de huarango, chaño ni queñua, se usa hornillas y quemadores de gas y petróleo, microondas;  ya no se encuentran los chanchos de corral, ahora son alimentados con concentrados y para que sus carnes no se “reduzcan” tanto al hacer chicharrón, ahora hay que hervirlos y dorarlos; lo mismo pasa con las gallinas de chacra y los pavos de corral, no dan buen caldo y se reducen mucho. Por eso se han perdido o se están perdiendo los buenos loros, la timpusca, el chicharrón, el adobo arequipeño, la papa horneada coronada con queso que acompaña al rocoto relleno, el llatan con paico, las torrejitas que iban al centro del picante, el batido de ajo hecho al rescoldo, el civinche de camarón lloto, el zango dulce, el caldo negro de bofe, los sesos sancochados o saltados, el escribano con rocotito hervido, chicha, sal y aceite; la enorme variedad de jayaris y sarzas de senca, patitas, tolinas, charqui, criadillas, etc.
Por la vía de los restaurantes, vamos en pérdida, por la vía de nuestras casas, creo que también; la cocina y fogón arequipeño reclama nuestra atención, rescate  y degustación, aunque no lo crean, hay mucho por hacer, todavía.


miércoles, 16 de octubre de 2013

CIENCIA Y TECNOLOGÍA, ¿NUEVO MINISTERIO?


La Cultura  y el Ambiente son  ministerios recientemente creados, patrimonio y territorio biodiverso, son  categorías que dan soporte  a los dos sectores; veamos, tener variado y amplio patrimonio requiere de una gestión cultural-patrimonial, plantear  un ordenamiento y hacer gestión territorial, aparece como una necesidad histórica. Ciencia y tecnología, son categorías de la modernidad,  que tienen que ser parte del emprendimiento del país, el desarrollo como obligación estratégica  lo exige.
Ciencia y tecnología contribuye al desarrollo del país, poniendo énfasis en las capacidades humanas,  el manejo de los recursos naturales,   establece   estrategias para las  ventajas competitivas, propone técnicas de producción que  deben de ser  utilizadas,  manejo de las capacidades y destrezas,  plantea políticas tecnológicas en nuestros sectores económicos-productivos;  también,  nos provoca pensar en la creatividad y empezar a   creer  en valores  como  técnica, progreso, desarrollo, innovación, productividad, competitividad, etc.   Ciencia y tecnología aparece como requisito para emprendimientos, calidad de vida, mejora de condiciones ambientales,   instrumentos de gestión,  educación, formación para el trabajo, comunicación, transportación, medición, etc.
Ciencia y tecnología todavía nos parece que está alejado de nuestros conocimientos y manejos, a pesar de todo el bombardeo y contacto con la modernidad.  Que hacen las universidades, institutos de investigación, el  sector empresarial privado, gobiernos regionales y locales, colegios profesionales, ONGs,  respecto de visiones compartidas, responsabilidades y apoyo  a la creatividad científica y tecnológica. En qué nivel se encuentra  la formación en los centros técnicos superiores, que instrumentos, talleres, laboratorios, metodologías se está usando para nuestros futuros profesionales y técnicos.  Cuál es el nivel de desarrollo científico en nuestras universidades; sus egresados responden a requerimientos de la modernidad productiva, económica y social;  como reforzar los débiles lazos de comunicación entre universidades, institutos de investigación y empresas; como mejorar tecnología de la información y comunicación,  como tener tecnologías limpias.  Los altos índices de productividad, requisitos evidentes de este mundo globalizado y competitivo,  del cual nuestro  país es parte,  necesita de estos elementos;  el mercado interno, comercio exterior, tratados de libre comercio, factor climático, producción, servicios,  necesitan de la ciencia y tecnología. Decir cómo estamos, ya no vale, empezar ya….. es nuestra oportunidad histórica.
Ciencia y tecnología debe de ser una política de Estado; donde  nuestras características productivas de país no tengan que estar siempre condenadas a no generar valor agregado a nuestros recursos naturales y materias primas;  tecnología tiene que ver   con servicios y logística también, porque tenemos una economía muy tercearizada ,  el turismo, por ejemplo, usa mucha  tecnología, nuestro agro y agro-industria,  pasa rápidamente de  modelos tradicionales, intermedios  a  tecnología de punta, tenemos una industria diversificada con mucho soporte  tecnológico diferenciado, una minería de punta, en fin, son solo unos cuantos indicadores.   Nada es suficiente si queremos emprender la vía del desarrollo, debemos dejar de pensar solo en crecer y crecer.




jueves, 10 de octubre de 2013

DE COMBI A TREN

Por fin se llegó a un punto de encuentro entre el Gobierno central, representado por el Ministro de Transportes y Comunicaciones y el Gobierno local, representado por el Alcalde de nuestra ciudad. Cuando el Ministro menciona como furgón de discurso, la posibilidad del tren urbano para Arequipa, está muy cerca de lo que metodológica y estratégicamente, se propuso  como una alternativa de movilidad urbana.  Usemos como referente  la dación del D.L. 651 (Liberación del mercado del transporte).  La autoridad municipal,  con la elaboración del Plan Director de Desarrollo Urbano, “debió” haber elaborado el Plan Metropolitano de Transporte; sencillo y claro, hoy tendríamos en debate y posiblemente hasta en ejecución, alternativas de transporte masivo como el tren urbano por superficie (usando la línea actual de Yura – Zamácola – terminal - derivaciones), el tren elevado, el tren subterráneo, el de buses rápidos (BRT conocido como SIT), las subredes de alimentación a cualquiera de estos, así como el transporte sobre cepas por encima de las torrenteras, idea que propuso  el Ing. Sergio Artieda.
Lamentablemente, llevamos más de dos décadas hablando de “oferta”, cuando desde un inicio tubo que enfocarse el tema  desde la “demanda”; es que, plantearlo desde esta variable,  la demanda, se determina el tamaño, la forma, la calidad y los tiempos de lo que se quiere “ofertar”, es decir, del transporte que necesitamos, no así,  lo que se les ocurra a cada autoridad o supuestos equipos técnicos. La paradoja surge cuando el “Plan Director vigente”, parte del concepto que a Arequipa le corresponde un esquema de desarrollo “longitudinal” sobre un gran eje que va desde el Cono Norte hasta Socabaya, cuando en realidad, en términos funcionales, es decir, de transporte, la movilidad urbana se da en un esquema totalmente “radio céntrico”, la  paradoja, pone en cuestión el diseño del actual proyecto SIT, el cual no estaría respondiendo a la demanda real y por tanto, afecta su rentabilidad, sostenibilidad y funcionalidad.
Reitero un concepto marcado en un anterior artículo  relacionado con el tema; actuemos como los “países ricos”: hay que gastar con eficiencia, planificando el desarrollo; no como los “países pobres”, que por no planificar gastamos tres veces: cuando construimos mal, cuando demolemos y cuando volvemos a construir.
Esta es la mejor oportunidad que tenemos para resolver el transporte desde un Plan Metropolitano de Transporte. Todos los indicadores, sean, poblacionales, económicos, productivos, servicios, comerciales, logísticos, culturales, etc., nos marcan procesos y tendencias, las cuales, con criterio de sostenibilidad y sustentabilidad, indican cual debe ser el crecimiento y desarrollo de Arequipa, o sea, querer ser una ciudad funcional y amigable, con calidad de vida y buenos soportes, tanto de infraestructura,  equipamiento y servicios, los cuales deben ser planificados para una metrópoli de tres millones de habitantes, ojo, hoy tenemos un millón. Creen ustedes que alguna vez veremos  la salida del túnel, cuestión de luz o de brújula.

miércoles, 2 de octubre de 2013

COLAPSO DE VIAS O DE AUTORIDAD

Cuando, por la ejecución de obras como la Av. Venezuela,  por una procesión o una marcha de protesta, “el tránsito de media ciudad colapsa”; entendemos que el tema es complicado,  más allá que echarle la culpa a los revoltosos, los curas o a quienes administran la Ciudad, evaluemos de que se trata.
La permanente congestión, los frecuentes colapsos de las vías y la paralización del tráfico, es un tema del mercado de la movilidad; tiene que ver con  una gran demanda de superficie vial para rodar, con 200 mil vehículos en circulación, una escaza oferta de vialidad con capacidad, además, de  falta de una planificación,  mantenimiento, lógica vinculatoria y de señalización; en ese sentido, la gestión de la MPA como ente competente, está lejos de entender esta lógica y menos de arribar a un balance de este mercado,  pudiendo ellos asegurar, mejores relaciones de producción, dinamización saludable de la ciudad y mejor calidad de vida para los arequipeños.
Algunos números nos pueden explicar porque la ciudad está como esta, colapsada, intransitable, insufrible e inerme, por ejemplo: (1) cada pasajero de un bus de transporte masivo consume 0,75 m2 de superficie vial, mientras que un pasajero de taxi consume 7 m2.  (2) El transporte masivo no ha sido atendido adecuadamente,  entre 1998 y este año, hay un déficit de 36 mil asientos instalados, mientras que en el mismo periodo, el taxismo, ha crecido de 6,800 a 26 mil taxis. (4) El servicio de transporte público es  deficiente, precario y poco rentable; el taxi,  inseguro y caro,  conclusión: las familias, prefieren adquirir su propio vehículo particular, o sea, más autos, tan simple como lo lee y entiende.
A los Municipios y Región, no les pasa la idea de construir alguna nueva vía, algún tramito del anillo vial, algún nuevo puente, algún paradero, no entienden que las vías se planifican, los colapsos se destierran y la congestión, como las deudas, no son malas, se administran.
Los escenarios provocan agendas de intervención tanto de lo público  como de lo privado,  en ese sentido,  los escenarios se construyen; hoy podemos ver que los escenarios han generado agendas, no necesariamente abocadas para su crecimiento, desarrollo, mejora de condiciones y calidades de vida; sus agendas aspiran y reclaman participación en formulación y decisión de actos y hechos importantes, pero todavía falta. La construcción de Ciudad, pasa también por generar consensos y acuerdos y no es cuestión solo de discurso, sino además de acción y  resultados; la intolerancia, tiene que dar paso a la confianza.  El escenario se piensa, planifica, se ejecuta y  se evalúa, todo en función de hacerlo sostenible y también sustentable.
Arequipa, la ciudad del millón de habitantes, “es el escenario”, su gobernabilidad pasa necesariamente por la planificación y ejecución de su agenda; esperamos no se use nuevamente en la próxima campaña municipal.