miércoles, 27 de febrero de 2013

¿OH Y AHORA QUIEN PODRA DEFENDERME?, YO….

Las antenitas de vinil  no detectan la presencia del enemigo, los movimientos no están fríamente calculados, tampoco lo sospecharon desde un principio, de remate, no contamos con su astucia. Todo indica que tenemos problemas de seguridad; lejos de estar, caminar, acompañar, usar y  sentirnos tranquilos, estamos  en una paranoia del delito, en la cual todos reportan,  mencionan, comentan, analizan, pero no se ve  acciones concretas de cómo, evitar, remediar, minimizar  o finalmente, erradicar  la “inseguridad ciudadana”. Se necesita actuar en el escenario, la oportunidad está planteada,  nuestra vida  social  y económica,  no puede convertirse en una comedia de equivocaciones, ni menos una tragedia.
Quienes son los actores;  de un lado tenemos a  delincuentes de a pie y con movilidad, conductores de taxis que hacen servicio express del secuestro, asalto y agresión, muy cerca tenemos  a  las combis que hacen, de la tortura, riesgo y conflicto, un sistema de trabajo. Comercio y servicios de todo tipo que reclaman tratos formales pero que operan  informalmente, son lo que generan entornos que lindan  con lo  camuflado,  escondido, caleta,  o  simplemente, terminan  peleando con la ley. Es evidente que hay un mapa real del delito, que si  damos color a todo aquello que transgrede,  atente, viole, etc., nos da un collage multicolor, son los colores de Arequipa. Los mencionados no son todos los actores involucrados en el delito.
Como están manejando las estrategias  de  prevención del delito la Policía y la Fiscalía; como se están manejando las competencias desde  Gobierno Regional, Provincial y Distrital, que hay de los espacios de acción  del Ministerio del  Interior  con Justicia.  En actos de desesperación, todos quieren aportar colocando cámaras y contratando serenasgo.  Lo cierto es  que  la seguridad la estamos asumiendo nosotros,  enrejando nuestras casas,  calles y urbanizaciones, contratamos seguridad privada, cámaras, sistemas de vigilancia, aseguramos además, vehículos, negocios, etc. todo ello tiene un costo que se asume privadamente,  sin embargo, seguimos pagando  arbitrios e impuestos.  Como hacer para  que el Municipio o el Gobierno Central, den seguridad, no solo para actuar sino también para prevenir, sabiendo  que muchas veces es  importante anticipar, ¿se investiga, se hace inteligencia? A lo dicho queda claro que referirnos a seguridad ciudadana, implica de un lado, hablar de una obligada acción y participación ciudadana, del otro, ver más policías, patrulleros, cámaras, serenasgos, rotación de comisarios, sacar más efectivos a las calles, etc.; ojo,  no olvidemos que existen también expresiones de justicia con manos propias y prácticas urbanas al estilo de las rondas campesinas; creo que se trata de evitar violencia,  venga de cualquier lado.
Finalmente, el tema que requiere un tratamiento especial es el de la Policía; veamos: número de efectivos, infraestructura, equipamiento, logística, comunicaciones, comisarías, formación, capacidades, especialidades, comandos, competencias, estrategias, tácticas, compromisos, aumentos, etc. ¿Cuánto se ha hecho, dicho y sugerido? Resultados, nada; situación, cada día peor. La Alternativa, cambio total;  no necesitamos al chapulín colorado, necesitamos y merecemos tranquilidad.


miércoles, 20 de febrero de 2013

SEMANA DE REPRESENTACION PARLAMENTARIA

“Los parlamentos son la institución indispensable de las democracias representativas de todo el mundo. Independientemente de sus reglas específicas, su papel es inmutable: representar al pueblo y garantizar que las políticas públicas sean diseñadas tomando en cuenta la voluntad de los ciudadanos. Los parlamentos eficaces crean políticas y leyes que responden a las necesidades de los ciudadanos y apoyan el desarrollo sustentable y equitativo. Ningún parlamento es igual a otro. Todos difieren en cuanto a su forma, roles y funcionamiento. Se forjan con la historia y la cultura de cada país. Sin embargo, todos comparten la misma ambición: darle al pueblo una voz en la administración de los asuntos públicos. Actualmente, 190 de entre 193 países, cuentan con alguna forma de institución parlamentaria. La existencia de un parlamento no es sinónimo de democracia, pero la democracia no puede existir sin un parlamento. Aunque varían enormemente en cuanto a sus facultades, funciones e influencia, hoy en día casi todos los sistemas políticos tienen alguna forma de asamblea representativa”.
Nuestros Parlamentarios  tiene tres funciones básicas; representar (los elegimos nosotros, los arequipeños), fiscalizar (la gestión pública y sus relaciones, tienen que ser absolutamente transparentes, tener los ojos bien puestos) legislar (oficio de crear leyes para una mejor organización, estructura y funcionamiento social, económico, productivo, político, etc.); hoy además, tienen que venir una semana para hacer contacto con sus electores, organizaciones, instituciones, Gobierno Regional y Locales.
Por ser representantes nuestros, porque tienen que fiscalizar los debidos procesos y  porque las leyes se dan para cumplirse, es que  a nombre  de  los  electores, solicitamos audiencia al grupo Parlamentario Arequipeño  para tratar la siguiente agenda: que hay del Proyecto Majes-Siguas II, el Sistema Integral del Transporte para Arequipa – SIT, la vía costanera de Matarani a Camaná, la autopista Arequipa-la Joya,  explotación pesquera impactante en nuestra costa, inversiones pendientes en minería (caso Tía María), consolidación y definición de la vía interoceánica, vulnerabilidad de la ciudad de Arequipa, inseguridad ciudadana, plan de desarrollo metropolitano de Arequipa, planes de desarrollo provinciales, Marca Arequipa, presupuestos para mejorar coberturas en políticas sociales y calidad de vida, evaluación de gestión en el Gobierno Regional y Locales, sistemas de represamiento (anticipando cambio climático)….. etc.
Esta nuestra democracia todavía imperfecta, tiene el componente representativo, los parlamentarios son su expresión, pero no olvidemos que también hay el  componente participativo (licencias sociales, presupuestos participativos, consultas previas). Por lo visto, necesitamos evaluar la presencia del Estado en  las instancias, Región, Provincia y Distrito.  Se evidencia fácilmente  poca presencia en algunos sectores; en ese sentido, la semana de representación parlamentaria, debe de ser el mecanismo que active ese acercamiento, para lo cual,  se necesita que tengan los oídos bien grandes y una boca chica; o sea, no hablar, prometer y decir mucho, pero si,  saber escuchar. Finalmente, la gobernabilidad del país exige compromisos. Ellos postulan y nosotros los elegimos; hagamos que cumplan sus  promesas y realicen sus funciones, tenemos que hacerlo.

viernes, 15 de febrero de 2013

SEÑOR MINISTRO

“traeremos los que sean necesarios para la atención de la emergencia”, la cita en referencia, tiene el contexto de la visita del Primer Ministro, Vice Presidenta, Ministros, más Presidente  Regional y Alcalde Provincial; el tema es la inspección y declaratoria de emergencia a propósito de las torrenciales lluvias que causaron mucho daño a nuestra ciudad. Que se supone que van a traer de Lima, ¿ingenieros, arquitectos, obreros de construcción?  El daño de la naturaleza, una vez más, necesita ser restaurado, reconstruido y mejorado, nuestra  infraestructura y equipamiento urbano, requiere  ser trabajada y hacerla menos vulnerable.
El tema es la vulnerabilidad de nuestra Ciudad.  Cuantas veces, en foros, oficinas gubernamentales, planes de emergencia, volúmenes y más volúmenes de documentos; nos han informado de la vulnerabilidad. La sospecha es que poco se sabe de vulnerabilidad, como se mide, sus alcances, los grados de afectación cuando se produce un fenómeno, sea sísmico o lluvia, o simplemente, la vulnerabilidad por efecto cotidiano, los usos y abusos de la ciudad; evaluar y conocer de vulnerabilidad, es prevenir, es el ”antes de” y a costo uno; lamentar sobre daños y tragedias es no prevenir, es el “después de” y a costo mucho mayor. En una ciudad como la nuestra que tiene “altos” (Cerro Colorado, Cayma, Miraflores, Mariano Melgar,  Paucarpata) y también ‘bajos” (Yanahuara, Sachaca, Bustamante, Socabaya);  es fácil deducir que todo lo de “arriba” baja irremediablemente por gravedad, y sus vías naturales han sido y siguen siendo las torrenteras. Las lluvias de mediana a alta intensidad “saben por dónde ir”. Usando la analogía del corazón, para la salida e ingreso de sangre se usa  las arterias y a medida que se aleja del mismo, tenemos a las venas y venitas. En esa lógica, las partes “angostas” deben estar en las alturas y abajo las más “anchas”. Se han dado cuenta que están al revés, al palomar llega la venita, debiendo ser una arteria por la cantidad de torrente; la trombosis es evidente, el colapso irremediable. Este simple ejemplo de nuestra ciudad (torrenteras), comparado anatómicamente con el corazón y aparato circulatorio, dan cuenta de la “vulnerabilidad” evidente en el sistema de tratamiento de aguas de lluvias, ojo, no hablamos de drenajes. Este es un tema de lluvias, al natural,  hay  otro tema pendiente que es, la  gestión de ciudad. Recuerdan cuando las economías municipales eras escasas, como escasa la imaginación de autoridades, vendieron todo a fin de tener un poco más de recursos; torrenteras y alrededores entraron en el negociado. Lo que debió ser arterias lo convirtieron en venas y venitas, resultados infartos, trombosis, embolias. Mejor y más barato es prevenir,  lamentar, es más caro.
Señor Ministro, traigan Ustedes  decisiones y fondos necesarios; aquí tenemos suficientes capacidades para hacer  las cosas, creo. Arequipa necesita ser mejor tratada por ser muy vulnerable.


jueves, 7 de febrero de 2013

AREQUIPA Y LAS LLUVIAS

Las lluvias, el almacenamiento en represas, el uso regulado de sus aguas para consumo (humano, agricultura, industria y minería), así como, ¿los trabajos en anticipo de temporada de lluvias tratando de “descolmatar”?, nos lleva al escenario critico  de estar siempre en alerta  respecto del  soporte de almacenamiento de las represas y la consiguiente obligada descarga con los riesgos que ello supone. Lo cierto es que no conocemos un plan respecto de represamiento de aguas en altura, en planos intermedios o en cotas bajas, que  objetivamente, permitan  aprovechar  al máximo el líquido elemento  y no expectar  siempre, reboses y desembocaduras exageradas en el mar.  Aquí  tenemos un tema pendiente y obligado por los efectos que puede significar  el cambio climático.
No creo que debiéramos de reprocharle a la naturaleza,  por la intensidad de una temporada de lluvias. Se conoce desde antaño, que enero es poco, febrero  loco y marzo  poco a poco, así lo evidencia nuestra historia  fluvial; en ese sentido, las  lluvias  nos dejan siempre el mensaje: aquí estamos y no nos hemos ido. Quizás, situaciones de años anteriores de poca lluvia “incentivó” a usar espacios para ser invadidos y precariamente construir viviendas en zonas altas, laderas  o torrenteras; en esa circunstancia, la necesidad  tiene cara de hereje y eso muy bien lo saben grupos de dirigentes que se dedican a esos menesteres; también hemos  sido testigos de cómo ex alcaldes, vendían espacios, justamente, en torrenteras  y  laderas  y lo festejaban todavía. La naturaleza nos da permanentes lecciones y nos indica lo que no debiéramos de hacer;   sabemos que hay que estar en alerta permanente, pero poco caso le hacemos a la  prevención y planificación.  Necesitamos hacer un repaso de la lección y en esto no valen los jalados.
La lluvia nos gusta porque limpia las calles y al día siguiente luce diferente y hasta con un olor característico; el sistema de “alcantarillado” del Centro Histórico, por ejemplo, va directamente al  cauce del rio chili y de allí, obviamente, a las cebollas y ajos de más abajo; los coliformes nos son los únicos  ingredientes contaminantes,  los son también, los desechos de llantas y otras cosas más. Justamente, el afianzamiento de la cuenca del rio chili, implica  también el entubado y tratamiento de las aguas de lluvia derivados al rio por el sistema de alcantarillado, muy aparte de los desagües ya existentes.  El caso del Chili, es que genera un peligro evidente en su recorrido, en razón de que sueltan cada vez más agua, justamente porque las represas sobrepasan sus capacidades y se producen los reboses. Poco se ha hecho por descolmatar las represas y  cada vez se pierde más espacio para más reserva de agua; piensan hacer otras represas, pero nunca pensaron en descolmatar las existentes, así se ganaría más  agua. No culpen a la lluvia ni a los reboses, el tema es otro.